Sin novedad en la retaguardia de la AD Ceuta. Ni Lledó ni
Javi Martínez, los dos guardametas que el próximo 30 de
junio terminan contrato con el conjunto caballa, y a los que
el pasado lunes se les comunicó desde el club que se
pondrían en contacto con ellos, para plantearles la
posibilidad de alcanzar un acuerdo de renovación, han
recibido llamada alguna. Ni ellos ni sus representantes.
El que entiende que ya debería saber algo es Lledó, al que
le dijeron que “el martes o miércoles” me llamarían. Sin
embargo se ha llegado al viernes y “no hay ninguna
propuesta”. Eso sí, “el club me dijo que cuenta conmigo” y
el arquero coriano reconoció que el Ceuta es su prioridad.
“Ellos saben que el Ceuta es mi primera opción”, explica. Un
retraso que no le inquieta lo más mínimo, porque dice estar
“tranquilo”, teniendo en cuenta que “estoy descansando”. No
obstante, el portero sevillano tiene previsto continuar en
tierras ceutíes durante un tiempo, al menos “hasta final de
mes, para que mi hija no pierda el colegio”.
A sabiendas de que seguir en Ceuta es la primera opción de
Lledó, su representante, Antonio Fernández Flores, sigue
esperando una llamada que no llega. “Hace dos semanas,
cuando quedaban dos partidos todavía, hablé con el
presidente y me dijo que me llamaría”. La cuestión es que el
teléfono no suena y Fernández Flores dice tener sobre la
mesa “otras alternativas”. Algo que saben en el club, ya que
él mismo les informó de que había “dos ofertas de clubes de
Segunda ‘A’”. Eso sí, el guardameta “tendría que salir del
sur”, y sabe que a su representado le gustan estas
latitudes. Por ese motivo, “esperaré hasta el lunes” y, si
no me llaman, “el lunes le diré a los otros clubes que hay
posibilidades”.
El que ya está en su tierra es Javi Martínez, el cancerbero
conquense que se encuentra en Tarancón. Desde allí reconoció
que, al igual que su compañero, “tampoco sé nada del
asunto”. Ni él, ni su representante, ya que entiende que “me
hubiera dicho algo”. Así las cosas, esperará a decidir sobre
su futuro, “según lo que me digan”. Al menos, a él, no le
dijeron cuándo le llamarían.
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