“No hagas y no temas”. Así reza una de las pintadas en rojo
aparecidas en los últimos días en las paredes del barrio del
Príncipe Alfonso.
Los vecinos andan temerosos por los acontecimientos vividos
“y por lo que puede pasar cuando a más de uno se le ocurra
vengar hechos”, comentan en algún que otro cafetín del
barrio. Un paseo por la barriada es toparse con miradas
huidizas unas, amenazantes otras, aunque las más son
absolutamente normales, agradecidas por ir a compartir
tiempos allí no siendo uno musulmán.
Entre tanto, la Policía Nacional se hace notar, unas veces
uniformada y pertrechada, otras de paisano, no vaya a ser.
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