Como ayer les adelantaba, la
Sección de Asuntos Generales de la Embajada de Estados
Unidos en Rabat organizaba el martes un encuentro en Tetuán
con Nadine Wahah, directora del Instituto Árabe-Americano de
Washington. Especializada en el análisis de la situación de
la mujer norteamericana, la doctora Wahah tenía previsto
desarrollar un acto en una de las salas de la Casa de la
Cultura de Tetuán, situada en las inmediaciones del español
colegio de El Pilar y el liceo Khadiya Moumením. Poco más
les puedo contar por el momento, pues lamenté mucho no poder
acercarme a la histórica capital del antiguo Protectorado
español (además de paradigma de la diáspora andalusí) y ayer
tuve las comunicaciones fatal, resultando una pequeña odisea
lograr remitir en tiempo y forma esta columna a la
redacción. Únicamente llamaría su atención sobre la discreta
pero eficaz penetración de jóvenes voluntarios
norteamericanos dedicados al desarrollo, en la sociedad
marroquí. Provistos además de un eficaz curso de lengua
árabe que ya quisiera yo para mí, estos chicos y chicas
llevan a cabo una encomiable labor -además de ir conociendo
el país sobre el terreno, alejada de la a veces generosa, a
veces cara dura, actuación de una panoplia de asociaciones y
presuntas ONG´S de medio pelo, organizadas desde España con
la necesaria colaboración de un partenariado marroquí que,
en bastantes ocasiones, deja mucho que desear sirviendo, eso
sí, para llenar fraternalmente el bolsillo de pícaros
(cooperantes y políticos) a un lado y otro del Estrecho.
Digo.
También la pasada madrugada me entero de la dura e
incomprensible condena a tres años de cárcel impuesta al
general Navarro por la Audiencia Nacional en el caso del Yak-42.
Hace unos días, pueden encontrarla en el archivo digital de
El Pueblo, abordé en esta columna la delicada situación de
este militar, intentando centrar la polémica y que me valió
media docena de correos de diferente signo; si en alguno
familiares de las víctimas me tachaban de “petardo”
(aclarando que sin pasarse, vale), en otros dos militares de
alta graduación me hacían llegar jugosos datos
contrastables, apuntando uno de ellos un determinado
comportamiento del ex ministro Trillo a pie de escalerilla
de avión, que ahí queda en las alforjas para la ocasión.
¿Qué puedo decirles sobre la marcha…?. Primero que me
parece, además de un grave error, una injusta decisión por
parte del tribunal de la Audiencia Nacional presidido por el
juez Gómez Bermúdez. El juicio ha sido totalmente
politizado, tiempo habrá de volver sobre el tema así como
sobre la gran mentira (Bono y Sáiz saben bien de que hablo)
de la versión oficial sobre el helicóptero “Cougar” abatido
en Afganistán. Que en Defensa tengan la decencia, pues ni
afecta a la seguridad de nuestras tropas ni a ningún alto
secreto, de dejar hablar libremente a la tripulación del
helicóptero superviviente. Porque tras ello los únicos que
quedarían a culo pajarero serían el trío del la-la-la: el
presidente Zapatero y los dos mendas citados, avezados
profesionales de la poltrona y el coche oficial.
Ya huele a verano y los vecinos marroquíes afilan sus
lenguas cara a las inminente cita con las urnas. ¿Cuál será
esta vez el índice de abstención…?; ¿logrará el PAM de El
Himma asentarse en Alhucemas, desplazando la anterior
sorpresa del RNI…? Veremos.
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