El senador por Ceuta del PP, Nicolás Fernández Cucurull y su
compañera Luz Elena Sanín no salían de su asombro ayer
cuando todos los grupos parlamentarios en el Senado “a
excepción del PSOE”, apoyaban la Porposición de Ley del PP
que busca retirar del nuevo código civil los términso
“criado y amo”. El ponente popular, Agustín Conde calificó
de “verguenza” el que el PSOE “se refugie en tecnicismos y
pretextos. Hoy la izquierda ha votado a favor de que haya
amos y criados”, dijo.
“El PSOE es contrario a algo tan simple como, al referirse
al arrendamiento de servicios, sustituir los términos
“criado, menestral y sirviende por el de arrendador y el de
amo por el de arrendatario”, explicó el senador por Ceuta,
Nicolás Fernández Cucurull quien asistió “asombrado” a la
sesión plenaria de ayer donde el PSOE “no quiso modificar
los términos de amo y criado”, dijo.
Sin embargo y, pese al voto en contra del PSOE -que se quedó
sólo en el Senado, la cámara ha dado luz verde a una
proposición de Ley del PP que propone actualizar siete
artículos del Código Civil en los que se utilizan
expresiones caducas y tan poco democráticas como “amo” o
“criado”. Lo ha hecho por 126 votos a favor, tres
abstenciones y los votos del PSOE y la Entesa en contra.
Agustín Conde, portavoz de Justicia en el Senado, que
defendió la propuesta del PP, calificó de “vergonzosa” la
postura del PSOE y aseguró que “la izquierda en el Senado ha
votado a favor de que los términos “amo” y “criado” sigan
presentes en nuestro ordenamiento jurídico”. Conde acusó a
la izquierda de la Cámara de usar pretextos falsos y
refugiarse en tecnicismos para votar en contra de una
propuesta del Grupo Popular. Por ello, en un momento de su
intervención señaló: “¿se imaginan ustedes lo que mañana
dirían algunos medios si fuese el PP quien se hubiese
refugiado en un tecnicismo para dar por buenos los términos
“amo” y “criado”?”. Según Conde, ha quedado al descubierto
el verdadero rostro “de los monopolistas del progreso social
y los pretendidos exclusivistas de los valores democráticos,
que crean ministerios de igualdad y se pasan el día dando
lecciones, para luego votar en contra de que desaparezcan de
nuestro Código Civil los términos “amo” y “criado””. El
senador del PP recordó que el Código Civil es sin duda una
de las obras jurídicas de más importancia y buen sentido que
ha producido nuestra legislación, como demuestra su
vigencia, aún con múltiples modificaciones habidas a lo
largo de la Historia, desde el año 1888 en que se promulgara
el Real Decreto que ordenó su publicación. “Sin embargo,
algunas de sus expresiones revelan muy a las claras que el
tiempo hace mella en las leyes”, dijo Conde, que aseguró
que, en este como en otros temas, el PP apuesta claramente
por la actualización y modernización de la legislación.
La regulación que hace el Código Civil del arrendamiento de
servicios en los artículos 1583 a 1587 utiliza los términos
“criado”, “menestral” y “sirviente” para referirse al
arrendador; y “amo” en referencia al arrendatario, que es la
terminología que, de aprobarse la proposición del PP,
figurará en el Código Civil.
Cucurull y Sanín defendieron para Ceuta las tesis de su
Grupo y dijo que las expresiones que se quieren sustituir no
sólo han caído en desuso, sino que son hoy francamente
ofensivas; además de revelar unas relaciones sociales
superadas y que nada tienen que ver con la España social y
democrática en la que vivimos, que considera como valores
superiores de su ordenamiento la igualdad y la justicia, y
que fundamenta su orden político y la paz social en la
dignidad de la persona. Por ello, el PP ha propuesto una
nueva redacción a los artículos 1583 a 1587, de modo que,
manteniéndose en esencia la regulación dada por el Código
Civil de 1888, se actualicen las expresiones empleadas.
Asimismo se plantea el cambio del artículo 1784, manteniendo
el régimen de responsabilidad allí establecido pero variando
la expresión “criado” por otra más acorde con los tiempos.
Por el mismo fundamento se propone una nueva redacción para
el apartado número 3 del artículo 1967, en el que la
regulación de la prescripción allí contemplada no
experimente más variación que la de actualizar los
sustantivos.
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