El desalojo de las ocho familias que siguen viviendo en
Patio Molino volvió a ocupar ayer parte de la reunión
semanal ordinaria del Consejo de Gobierno con el único
propósito de dar cuenta del acuerdo por escrito que los
consejeros de Asuntos Sociales y Fomento y el gerente de
Emvicesa trasladarán a los afectados “con el compromiso de
las cuatro partes”.
“La Ciudad va a actuar como siempre y nunca dejará a nadie
en la calle”, repitió la portavoz del Ejecutivo Yolanda Bel,
quien explicó que la propuesta a las unidades familiares que
deben abandonar sus casas antes del próximo martes pasa por
un realojo temporal gestionado por Asuntos Sociales.
“Una vez realojados la Ciudad se compromete a que la
Comisión Local de la Vivienda, que es el órgano competente,
se lleven sus nombres en el cupo de ruinas para adjudicar
las primeras viviendas de Loma Colmenar”, resumió Bel, que
puso esta voluntad como ejemplo del “compromiso” de la
Ciudad Autónoma con cualquier residente que pierde su
vivienda por diferentes circunstancias.
Durante la reunión de la semana pasada ambas partes
alcanzaron ya un “principio de acuerdo” que pasa porque la
Ciudad se haga cargo del coste del realojo alternativo de
los vecinos durante todo el verano con la previsión de que,
el próximo mes de septiembre, puedan recibir las llaves de
sus nuevas casas.
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