Es el punto de vista, en su visita
a Ceuta, por parte de Patricia Garrido, candidata número 4
de UpyD a las elecciones del día 7 de junio.
Toda visita a la Ciudad nos parece positiva, lo malo es que
esas visitas se dan, únicamente en serio, en vísperas de
algún tipo de elecciones, con lo que vienen, se enteran de
lo que les cuentan sus correligionarios, generalmente
buscando el voto, se marchan y como no han pateado el día a
día por la calle, y una calle tras otra, cuando se han
marchado, Ceuta sigue tan desconocida para ellos, como era
antes de venir.
A pesar de todo, repito, bien venidas sean esas visitas y
cuantas más mejor.
Y Patricia Garrido se centró en algo que es un problema hoy,
lo era hace seis meses, lo era hace más de un año, cuando se
fueron unos hindúes del CETI a vivir “a la intemperie” en
García Aldave, pero lo era también antes de “echarse al
monte”, desde que salieron de sus tierra, engañados o no por
las mafias que trafican con personas y llegaron a Ceuta en
busca de un Edén que no han podido encontrar, todavía.
Patricia Garrido, en este asunto criticó al Gobierno, por
esa”política errática” en este asunto, que sigue ahí no
sabemos si aparcado, tolerado o sin saber por donde meterle
mano al asunto, mientras esos hindúes están, ya veremos por
cuanto tiempo más, en el monte, a su aire, pasándolo mal,
eso sin duda y, aún, no se ha visto un interés especial en
que la situación cambie, aunque sea enviándolos, de nuevo, a
su tierra.
“Ese marrón” se lo está comiendo Ceuta, como se ha tenido
que comer otros muchos, en este asunto de la inmigración sin
papeles.
En repetidas ocasiones, en esta columna, he manifestado mi
total desacuerdo con la situación tal y como se está
llevando con los sin papeles, porque yo que ya hace muchos
años viví en la emigración en Francia y en Alemania, sabía
entonces que desde que ponía los pies en la estación de
Osnabrück, por ejemplo, o en el aeropuerto de München, tenía
que tener una documentación en regla, de lo contrario
hubiera tenido que volverme para mi casa, y eso que yo
estaba a intervalos allí, no digamos los miles de ciudadanos
españoles procedentes de Algeciras, Madrid, Segovia, Burgos,
Orense o Navalcarnero. Naturalmente que cuando dormías la
primera noche en Dissen T.W., en Bielefeld, en Dusseldorf o
en Kloster Öesede ya estabas con todos tus papeles en regla
y no andabas a la intemperie o a tu aire, a salto de mata.
Mal lo tienen que estar pasando los hindúes, pero también
mal lo pasan las personas que viven en las zonas cercanas,
al darse cuenta que están como vecinos suyos otras personas
incontroladas, y muy mal están actuando los organismos
correspondientes que han mirado para otro lado, vendiendo
una falsa imagen de unas libertades que nada aportan a los
que están aquí y a los que vinieron de fuera.
En campaña electoral, no cabe duda, vale casi todo; en
campaña electoral está permitido hacer promesas que no se
van a cumplir, pero antes y después de las elecciones estaba
ese problema, de los hindúes al aire libre. Cuando pase el
7-J seguirán a su aire y ni perdedores, ni ganadores se van
a volver a acordar de ellos.
Patricia Garrido tiene todo su derecho a criticar al
Gobierno, pero con la poca representación que tiene su grupo
¿Qué propone?¿Se puede cumplir lo que ellos propongan?.
Espero que sí.
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