Cuenta atrás para las sextas elecciones al Parlamento
Europeo. El objetivo de los convocantes es el de lograr una
participación que permita hacer realidad la famosa Europa de
Todos. El objetivo de los convocados es el de hacerse
escuchar en el parlamento de los 27 que centra en esta
ocasión la campaña en asuntos como la Energía, la Migración,
la Educación y la no discriminación.
Estrasburgo no está tan lejos. Pese a lo que puedan pensar
muchos ceutíes, contar con un parlamentario europeo que
defienda los intereses de la ciudad autónoma en el espacio
de la Unión es posible sólo mediante estos comicios. La
abstención y la pasividad de los convocados a las urnas
suele ser más alta que para unas elecciones a nivel nacional
o municipal. La cercanía de los líderes y de los problemas
cotidianos del ciudadano juega un papel primordial para que
esto ocurra. Pero con Europa es distinto. Las quinielas no
auguran altos índices de participación para los próximos
comicios. Esa es la verdad.
Estas son las sextas elecciones al parlamento europeo para
España. De los 375 millones de electores procedentes de los
27 Estados Miembros, en Ceuta se han convocado como posibles
votantes a 58.527 personas, algo más de 2.000 ciudadanos que
en la última cita con la urna de Europa hace cinco años. Y
si las previsiones se corresponden con los porcentajes de
participación registrados por las estadísticas, apenas un
34% del electorado tiene claro que irá a votar. El resto no
sabe, no quiere o dice no interesarle. Y ahí se inicia el
juego de la oratoria salpicada de esperanza, cambios y
decenas de medidas para mejorar la calidad de vida del
ciudadano de a pie.
Para motivar al votante y arañar escaños, entra en juego la
campaña electoral. Nada menos que 35 candidaturas que
llamarán la atención sobre el elector en unos días de máxima
actividad para unos políticos que venden Europa como una
gran nación más cercana que nunca y capaz de solucionar los
problemas cotidianos de sus habitantes.
Desde el Gobierno se ponen todas las facilidades para que
cada persona censada introduzca una papeleta en la urna.
Tanto los españoles residentes, como los extranjeros que
viven en España y los españoles que se encuentran en el
extranjero, pueden optar por el voto por correo. Y si no, el
siete de junio tienen la opción de acudir a los colegios a
sus correspondientes mesas electorales desde las 9:00 hasta
las 20:00 horas. Otra cosa es que la administración le
otorgue en suerte y atendiendo a unos parámetros de nivel de
estudios la obligación de asistir como presidente o vocal de
mesa.
Una dieta y una jornada laboral de 14 horas aproximadamente
es lo que toca. Y conocer uno por uno al máximo de 500
vecinos que se han estipulado en Ceuta por mesa repartidos
en dos más que las que se colocaron el pasado año para las
Generales. Y poco a poco, se van calentando motores. Y
comienzan a moverse las papeletas impresas en Madrid puesto
que al ser partidos de listas cerradas e implantación
nacional es el gobierno central el que se ocupa de repartir.
A medida que el ciudadano introduce las papeletas en la urna
se van transmitiendo datos a los Centros de Recogida de
Información, que en Ceuta se encuentran en el sótano del
edificio de Delegación. Desde allí se envían al ministerio y
es a las 14:00 cuando el portador de la cartera de Interior
hace las primeras declaraciones sobre los datos de
participación. Hay otra a comparecencia a las 18:00 y la
última una vez obtenidos los resultados del escrutinio.
¿Y quién es el vencedor? Desde la sede parlamentaria se
esfuerzan en que sea el ciudadano europeo el que suba al
podio tomando partido mediante el voto e ir consolidando
entre todos el traje de una Europa que no está tan lejos
como piensan muchos de sus ciudadanos.
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