PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 17 DE MAYO DE 2009

 
OPINIÓN / CARTAS AL DIRECTOR

Si esto también era Ceuta...¿Porqué yo no?

Por Carmen María Pendás Ruiz


(No se contemplan a las Casa Regionales en los convenios con las navieras y dicen que somos los embajadores de Ceuta en la Península)

Llevas razón Silverio, al exponer que, si no lo extienden a las Casas Regionales, somos muchas las personas que nos sentimos excluidas de beneficiarnos del acuerdo de las navieras para facilitar la visita a nuestra ciudad.

Yo nací en Alhucemas, como tantos otros ceutíes que, por aquella época, su familia residía en cualquier otra ciudad del Protectorado. Toda mi vida me he considerado de Ceuta. Allí nació mi abuela, nació mi padre, nacieron mis hermanos y nacieron mis hijos…

Si yo pasé mi infancia corriendo y jugando por las calles de mi querida Villajovita y allí, en la Parroquia de San Juan de Dios, hice mi Primera Comunión; si yo era una de esas niñas que, como muchos de vosotros, se pegaba en Navidades al escaparate de Casa Molina para ver qué juguetes pedía a los Reyes; si yo disfrutaba con el cucurucho que me compraban en La Ibense o cuando me llevaban a San Amaro; si aprendí a nadar en la playa Benítez…

Si más tarde, viviendo en la calle Real era una de esas jóvenes que se recorría de punta a punta el Paseo de Las Palmeras, se reunía en la Plaza de África o iba a bailar al CAS, a la discoteca del Ulises o a La Cueva; si todos los días, como otros muchos, bajaba y subía la empinada cuesta de la calle La Legión para ir a las clases particulares de don Manuel Morales, si cada atardecer, en el salón de mi casa, estudiaba mis apuntes y exámenes de Magisterio mientras me llegaba, a través del balcón, el apetitoso aroma de los “corazones aliñaos” del Bar Casi…

Si mi vestido de novia, que aún conservo, me lo compré frente a mi casa, en la boutique de Hachuel, para casarme dos pasos más adelante, en la Iglesia de Los Remedios la misma en la que muchos años antes se había bautizado mi abuela y años después, mi hija; si actualmente, como supongo que en otras muchas familias que vivimos fuera de Ceuta, no todo es de El Corte Inglés, por poner un ejemplo, la cubertería que uso a diario desde que me casé la compré en Vicente Martínez y las buenísimas sábanas que aún pongo en mi cama me las vendió Valeriano, en casa González, y por seguir enumerando, la vajilla que guardo en mi aparador es la de porcelana inglesa, de Comercial Africana…

Si en muchas ocasiones he contado a mis alumnos cómo era mi uniforme del Instituto de Ceuta y con qué ilusión íbamos con nuestras madres a casa Marañés para comprar la plaquita de distinto color según el curso… y más de una vez les he contagiado las ganas de tener un uniforme como aquel mío de Ceuta...

Siempre pude palpar el cariño que mi padre tenía a su ciudad. y el que a él le tenían sus amigos y conocidos; su dedicación, no sólo en el Banco, también desde las distintas entidades sociales como el Casino de Villajovita, el Centro de Hijos de Ceuta, la Tertulia Flamenca o el Centro de Diabéticos… .Cariño que he intentado siempre transmitir a mis hijos y que mi marido ha sentido desde el primer día que, siendo novios, llegó a Ceuta y que actualmente puede disfrutar siendo socio de esta Casa en Cádiz.

Estoy segura de que no soy la única persona que se siente excluida de este acuerdo. Tengo mi Libro de Calificaciones del Instituto, firmado, por citar a algunos de tantos buenos profesores como teníamos, por doña Gloria Reigada o por don Arturo Company; tengo mis papeletas con las calificaciones de la Escuela Normal de Magisterio Ntra. Sra. de África; tengo mi Libro de Familia expedido en Ceuta, con mi matrimonio y el nacimiento de mis hijos; tengo mi DNI que empieza por 45…y sí, también tengo familiares en Ceuta, mis raíces, pero están enterrados, descansando allí, como otros muchos familiares y ellos no son los actuales residentes que me pueden ayudar a sentirme beneficiada de este convenio…

Al igual, cuando te lleguen mis palabras ya reconocen también a las Casas Regionales como beneficiarias. Al igual, nada de lo que he relatado de mi vida en Ceuta suene a muchos y todo parezca demasiado… pasado. Pero esto también era Ceuta y aún somos muchos los que compartimos estas mismas vivencias… ¿por qué me siento excluida? ¿por qué yo no?.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto