Oficialmente la temporada de la AD Ceuta terminó en el día
de ayer con la disputa del amistoso ante el Murallas y la
posterior cena entre jugadores, cuerpo técnico, directivos y
empleados del club en la Cruz de Mayo de Cáritas Los
Remedios. Una última cena tras la cual los integrantes del
vestuario caballa empezarán a disfrutar de unas vacaciones
anticipadas. Días de descanso para unos y de trabajo para
otros, sobre todo para los directivos ceutíes y para la
sacretaría técnica, quienes, a partir de hoy, tienen
previsto intensificar las gestiones para la confección de la
plantilla de cara al curso 2009/10.
La vida es cuestión de prioridades, y lo primero que se
quiere hacer en el seno del club blanco es hablar con el
técnico jerezano, Carlos Orúe, para negociar su continuidad
al frente del vestuario. Una vez que el entrenador gaditano
y Fernando Abad, flamante secretario técnico, hayan tenido
tiempo de sentarse a departir durante esta semana sobre lo
que sería un proyecto caballa en común. Y donde parece que
hay entendimiento.
Así, y siguiendo con el orden de trabajo, la directiva
encabezada por el presidente, Felipe Escane, tiene intención
de hablar con Fernando Abad sobre uno de los asuntos en los
que ha estado trabajando el madrileño durante los últimos
días, codo con codo con Carlos Orúe. Esto es, el capítulo de
renovaciones. Un asunto al que igualmente se le va a dar
prioridad, ya que únicamente tienen contrato en vigor más
allá del 30 de junio seis jugadores; estos son Fran Amado,
De Lerma, Sergio Castaño, Txiki, Ángel Moreno y Jesús
Villatoro. Media docena de una plantilla de veintidós en la
que dieciséis exponentes acaban su vinculación.
De esta manera, a partir de hoy, está previsto que entre la
directiva y el secretario técnico empiecen a comunicar a los
jugadores sus decisiones sobre bajas y posibles
renovaciones. Unas negociones que se intuyen arduas, ya que
la directiva contempla un recorte presupuestario, con la
consiguiente reducción en las fichas de los jugadores. Y es
que, de cara a la próxima temporada, la directiva estima un
recorte presupuestario de aproximadamente 200.000 euros, lo
que dejaría el montante total en 1,8 millones.
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