Importante robo el que se ha perpetrado en la madrugada de
ayer en el colegio concertado ‘Severo Ochoa’ después de que
se forzara el acceso trasero del centro que da a las obras
que se llevan a cabo de Huerta Téllez. Los cacos irrumpieron
en el aula de informática y se llevaron un cuantioso número
de ordenadores y materiales del aula.
Esta es la crónica de un suceso anunciado, hasta la
saciedad, por el equipo directivo del colegio concertado
‘Severo Ochoa’ a las autoridades dada la inseguridad en la
que se encuentran las instalaciones como consecuencia de las
obras que se llevan a cabo en Huerta Téllez. En concreto, la
actuación de una pista polideportiva para la barriada y una
zona ajardinada a tres niveles se encuentra anexa al centro
por su parte trasera, por cuyo motivo se tuvo que derribar
un murete de protección perimetral del colegio. Hecho éste
que le proporciona un flanco extremadamente débil para su
seguridad y una puerta de acceso fácil para los cacos. De
hecho este es ya el segundo robo que se produce en este
curso (el primero fue a finales de septiembre).
Los hechos sucedieron de madrugada. Saltó la alarma, pero
curiosamente los vigilantes que acudieron al centro para
verificarla, estimaron que todo estaba correcto. El problema
es que los acontecimientos se producían por atrás, desde el
acceso por Huerta Téllez. Una zona de obras en el que el
hormigón compagina espacio con una ladera de tierra vallada
con una simple barrera de alambre que para nada supone
problema para el ‘equipo de ladrones’ que perpetraron el
robo. Equipo sí. La policía, que ya investiga los hechos,
especula con que el ‘trabajo’ lo realizaron varios
componentes formando un grupo organizado y coordinado que
tenían perfectamente estudiado el terreno, el lugar por
dónde actuar y que, además, sabían a dónde dirigirse una vez
en el interior para asegurarse un botín relevante, como el
que se han llevado.
Rápidos y coordinados
En una acción rápida y coordinada, y en un número de
componentes indeterminado (al menos cuatro), los cacos
accedieron, con palancas forzando las puertas de acceso, al
centro educativo. Una vez dentro supieron llegar (deben de
conocer el terreno) escaleras arriba a la planta donde se
ubica el aula de informática que se encontraba cerrada.
Reventaron también la puerta de entrada a la clase e
hicieron casi ‘mesa limpia’ con la retahíla de ordenadores,
pantallas, teclados, ratones y demás material del que se
disponía en el colegio para los 396 alumnos matriculados.
En concreto, los ladrones lograron llevarse 12 torres de PC,
15 monitores TFT, 2 cañones de imagen (con todo el kit), una
pizarra digital, 8 teclados, 18 ratones, 1 webcam, 10
auriculares, 2 ordenadores portátiles y 1 impresora.
Indignación
Los profesores se dieron cuenta del robo esta misma mañana,
cuando algunos de ellos comprobaron el destrozo de la puerta
del aula de informática y la mesa ‘vacía’ donde antes se
ubicaban numerosos ordenadores alineados. “La impresión ha
sido fuerte”. La impresión y la “indignación” posterior
cuando culpando a quienes no han “hecho caso en ningún
momento a nuestras peticiones de seguridad por las obras de
atrás”, mostraban una rabia incontenida “porque esto es algo
que ya llevamos diciendo desde hace mucho tiempo. Desde que
comenzó el curso con mucha insistencia”, dijeron miembros
del equipo docente que son copropietarios del centro.
Las obras de Emvicesa, que ejecuta Dragados en la trasera
para el adecentamiento de Huerta Téllez, con la construcción
de una zona ajardinada y una pista polideportiva “no han
tomado las medidas de seguridad que hemos demandado. No lo
han hecho nunca, pese a que hemos hablado reiteradamente con
ellos”, se explicaban unidos en la indignación.
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