La consejera de Bienestar Social y Sanidad, María Antonia
Garbín, en una entrevista concedida a la Cadena Cope, mostró
su satisfacción por este hecho al decir que este año
“llevamos un buen número” de adopciones nacionales,
produciéndose así una “variación” respecto a la línea que se
había registrado hasta ahora.
Así, Garbín recordó que en los últimos años, debido
al “estancamiento” que hubo a nivel nacional en las
adopciones nacionales, las familias que deseaban adoptar se
decantaban por la alternativa de niños internacionales,
sobre todo de nacionalidad rusa y china, ya que en esos
países había más niños en adopción y podía haber menos
inconvenientes a la hora de obtener su tutela. En este
sentido, la consejera apuntó que se ha producido cierta
variación, ya que los requisitos para la adopción de niños
chinos se ha endurecido. Garbín explicó que para adoptar un
niño extranjero, normalmente hay que esperar un plazo de uno
o dos años. En cambio, en el caso de los niños nacionales
este plazo de tiempo varía en función de las circunstancias,
siendo la más determinante el número de niños que haya
inscritos en el programa de preadopción, además de otros
factores como la edad de los niños y de los futuros padres
adoptivos.
La consejera señaló que este año “se ha movido rápidamente
la lista de adopciones nacionales”, lo que ha posibilitado
ese incremento. Además, aprovechó la ocasión para insistir
en su llamamiento para que las madres o familias que no
puedan o quieran hacerse cargo de un hijo, lo den en
adopción en el Hospital Comarcal, en los servicios sociales
o la Policía Local antes de dejarlo abandonado en la calle.
Acogimiento familiar
Asimismo, Garbín habló sobre uno de los programas que se
llevan a cabo desde su Consejería, concretamente el de
Acogimiento Familiar, en el que actualmente colaboran tres
familias melillenses para dar respuesta a la necesidad de
acogida temporal de niños con problemas familiares.
La consejera recordó la importancia de este programa, que
permite dar una solución a estos niños, que no pueden seguir
viviendo en su casa por problemas de desestructuración en su
familia (problemas de alcoholismo, drogradicción,
enfermedades mentales, internamiento en la prisión, etc.).
Se trata de una acogida en un corto plazo de tiempo, una
opción preferible a la acogida en un centro de
Bienestar Social, ya que el menor seguiría disfrutando de un
entorno familiar.
La consejería también registra actualmente 52 menores en el
programa de acogimiento familiar con familias extensas (el
niño se queda con un familiar), 19 menores en acogimiento
familiar con familias ajenas y 6 menores en acogimiento
preadoptivo.
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