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Es necesario implantar medidas
encaminadas al fomento del empleo, a la inserción laboral de
las mujeres desempleadas y asimismo rompero “el techo de
cristal” para incorporar a la mujer a los puestos de
dirección. Sin desdeñar aquellas que contemplen la
vigilancia para suprimir la brecha salarial injusta aún
existente en el ámbito laboral. El aumento de los esfuerzos
y la colaboración entre las instituciones para promover
iniciativas hacia la formación profesional que evite o palíe
el desempleo femenino e, incluso, la promoción necesaria de
un uso y disfrute bien equilibrado del tiempo libre de todos
los miembros del núcleo familiar, forman parte del llamado
ya II Plan de Igualdad que ha preparado la Consejería de
Educación, Cultura y Mujer del Gobierno de la Ciudad
Autónoma. Un documento que pretende acercar hasta el
equilibrio absoluto las perspectivas de género en las
políticas llevadas por el Ejecutivo local.
“La conciliación familiar-laboral es hoy una utopía
inalcanzable para la mayoría de mujeres, que desde pequeñas
son educadas para la realización las tareas domésticas a
diferencia de los hombres, a los que se les sigue preparando
para la vida profesional y pública”, se constata en el
documento que se pondrá a disposición de los miembros de la
Asamblea para ser aprobados en el próximo Pleno. Son medidas
de acción positivas que tendrán un enfoque integrado de
género como estrategia política a favor de la igualdad de
oportunidades y de trato entre mujeres y hombres a nivel
local. En realidad, en todas las áreas del Gobierno local.
Una apuesta en la que no se deja atrás la realidad
sociocultural de la ciudad en la que convergen diferentes
conceptos en los cuales poner especial acento en aquellos en
los que se detecten elementos discriminatorios hacia la
mujer. El documento, amplio y bien trabajado deja patente la
necesidad de hacer transversal la política de equiparación
de sexos donde la conciliación de la vida laboral y familiar
debe ser una prioridad. Excelente.
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OPINIÓN / EDITORIAL
