Marruecos tensa relaciones con España y la Unión Europea y
prefiere hacer peligrar la evolución de su régimen de
Estatuto Avanzado en la UE antes de estampar su firma en un
documento donde con ayudas europeas se impulsaría el
desarrollo del norte y zona atlántaica de su propio país por
negarse a admitir la normativa jurídica europea y las
fronteras legales de la Unión que estipulan perfectamente la
condición española tanto de Ceuta, como de Melilla y las
Canarias que se verían también beneficiadas en ese impulso
económico europeo a las regiones transfronterizas de la
propia Unión.
Según informa El Imparcial en artículo firmado por Pedro
Canales, el régimen de Marruecos ha rechazado dos proyectos
de cooperación impulsados por España, según los cuales
Europa desembolsaría 190 millones de euros para ayudar al
desarrollo socio-económico de toda la zona norte del país y
de su fachada sur atlántica. La razón principal de la
negativa de Mohamed VI estriba en el hecho de que el socio
impulsor de los mismos, España, actúa desde varios frentes,
entre ellos Ceuta y Melilla.
La Unión Europea ha considerado la negativa de Rabat como
muy perjudicial para los intereses de la población marroquí,
y se muestra partidaria de dedicar esos fondos a otros
proyectos menos conflictivos. “El rechazo marroquí es debido
a consideraciones políticas”, han asegurado a este diario
digital fuentes de la Unión Europea.
El régimen de Mohamed VI prefiere no beneficiarse de esta
importante ayuda europea, para no estampar su firma en
documentos en los que el socio que es España, incluye en el
programa sus regiones adyacentes, Canarias, Andalucía, Ceuta
y Melilla.
El programa transfronterizo en el que se inscriben estos dos
proyectos de cooperación españoles incluyen como áreas
elegibles en las fronteras exteriores, las regiones que
ofrecen fachada marítima al Mediterráneo y al Atlántico.
Entre las primeras se cuentan las de Tánger-Tetuán (que
comprende las provincias de Chefchaouen, Larache y Tetuán,
así como las prefecturas de Tánger-Assilah y Fahs-Beni
Makada), Taza-Alhoceima-Taounate (con las tres provincias
homónimas) y la región Oriental (que comprende la prefectura
de Outjda-Angad y las provincias de Jerada, Figuig, Taourit,
Berkane y Nador). Por lo que respecta a las segundas, el
programa atañe a “las regiones de Guelmin-Es-Smara, Souss
Massa Dràa y Laâyoune-Boujdour-Sakia El Hamra.
El gobierno español se mostró dispuesto a incluir en el
proyecto ‘CBC Atlantic’ amplias regiones del Sáhara
Occidental bajo administración marroquí, lo que provocó la
reacción de algunos países de la Unión Europea que obligaron
a incluir en el documento una enmienda que especificaba
claramente que se trata de “territorios bajo jurisdicción o
administración marroquí”, y que su inclusión en el Programa
trasfronterizo propuesto “no implica el reconocimiento por
parte de la Unión Europea de la reivindicación del
territorio del Sahara Occidental por parte de Marruecos”.
A pesar de que la parte española, es decir el Ministerio de
Asuntos Exteriores y de Cooperación consintió en ofrecer a
Marruecos estas ayudas para la región sahariana, la parte
marroquí se ha negado a admitir el conjunto de los dos
programas (Zona del Estrecho y Atlántico-Canarias), porque
en el primero la contrapartida de la región norte de
Marruecos, incluye toda la región andaluza, asi como Ceuta y
Melilla, aseguró Canales.
Los documentos elaborados por la parte española y sometidos
a la Unión Europea cifran en 189 millones de euros el
conjunto de los dos proyectos, España-Marruecos (157
millones €) y CBC Atlántico-Canarias (32 millones €). “La
negativa de Marruecos podrá trener consecuencias aún más
graves, pues en el próximo periodo de cooperación
transfronteriza que se inicia en 2013, la Unión Europea
podría excluir definitivamente a Marruecos del beneficio de
sus fondos”, afirma la fuente de Bruselas. En los medios de
la Eurocámara ha sorprendido la negativa marroquí, que
contradice las inflamadas críticas del presidente de la
Comisión de Exteriores del Parlamento de Rabat, Fuad Ali El
Himma, acusando a España de no hacer nada para desarrollatr
la zona norte de Marruecos.
Por otra parte, tampoco se entiende bien, analiza Canales,
el que el gobierno de España siga siendo el principal
impulsor del Estatuto avanzado de Marruecos ante la Unión
Europea, cuando el régimen de Mohamed VI se niega a admitir
la normativa jurídica europea y las fronteras legales de la
Unión, que estipulan claramente la españolidad de Ceuta,
Melilla y el archipiélago de las Canarias.
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