Es una evidencia que la labor en
las barriadas de Ceuta se ha estructurado y organizado en
estos últimos años como hasta ahora nunca había ocurrido. De
tal modo que son, para una ciudad como la nuestra de 19
kilómetros cuadrados, 64 pequeñas entidades con voz y voto
en el devenir diario de una organización del calibre de toda
una Ciudad Autónoma, nada más y nada menos, aun siendo
igualmente un ente realmente pequeño en relación al entorno
global e igual en el que se mueve a nivel del resto del
Estado español. Cada cosa en su sitio, pero pocas veces como
aquí, puede verse y hasta palparse la importancia que una
entidad, como todo un gobierno autónomo, presta a los
‘barrieros’ de esta tierra. Sesenta y cuatro nada más y nada
menos para una ciudad como Ceuta. Considerar en su justa
medida este hecho daría pie a comprender que otros
municipios, otras entidades superiores, no prestan tanta
atención y dan tanta voz a los representantes del movimiento
vecinal. Justo sería considerar de igual modo, la labor
realizada por la Federación de Asociaciones de Vecinos y,
por tanto, por cada una de esas asociaciones que, entre
críticas y aplausos, mantienen viva la esencia de este
movimiento vecinal surgido en los albores de la década de
los ochenta en nuestra ciudad con un puñado de ceutíes que
trabajaron desinteresadamente en favor de sus barrios y que
pusieron la semilla de lo que hoy es la FPAV. Su
crecimiento, desarrollo y prevalencia social se debe, sin
ningún tipo de dudas, también a la posición de importancia
social y representativa que le ha otorgado el actual
Gobierno autónomo. Los tan traídos y llevados Planes de
Dotación de Barriadas han sido un invento de los sucesivos
Gobiernos Vivas y la aparición de partidas plurianuales para
las barriadas en estos sucesivos ejercicios jamás antes se
contempló hasta entonces. Por tanto, la labor en las
barriadas es algo que no llega de la noche a la mañana. Los
servicios, las obras, los proyectos -aún cuando
contemplados- se ejecutarán según los tiempos y antes de
2011. Esa es la promesa. Ese debe ser el cumplimiento.
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