Piano piano y con buena letra. Esa es la puesta en marcha de
uno de los objetivos prioritarios del turismo en Ceuta para
incentivar la llegada de visitantes clientes potenciales de
cruceros a la ciudad. “Buen nivel adquisitivo. Eso es lo que
más nos interesa para que repercuta en la economía local”,
explicaba el consejero del área Guillermo Martínez. Junto a
él, el presidente de la Autoridad Portuaria, Pepe Torrado.
Ambos quisieron dar la bienvenida a un nuevo buque que por
primera vez atracaba en el Muelle de España para que 450
británicos conocieran una ciudad que tiene mucho que
ofrecer.
El capitán del buque, Alistair Mc Lundie, prometió regresar
a un enclave muy singular ya que “es español pero no se
encuentra en territorio penínsular y está al lado de
Marruecos”. Una característica que aporta justamente lo que
las compañías de cruceros tratan de incorporar a sus rutas.
“Buscamos nuevas alternativas, facilidades en el Puerto,
buen tiempo y seguridad, algo que aquí se ha cumplido”. Mc
Lundie agradeció la presencia de efectivos policiales bajo
la escalerilla y fuera del puerto. Nada excesivo como lo que
les ocurrió días antes en Casablanca, donde numerosos
agentes “provocaron en nuestros clientes una sensación de
intranquilidad, miedo y sobrecarga que no es beneficiosa en
absoluto”.
Otro punto a favor: las buenas defensas del Puerto, el
óptimo nivel del muelle que facilita la bajada de pasajeros
y la imagen de un puerto limpio y sin contenedores desde el
que se puede disfrutar de buenas vistas.
Tras la recepción, los viajeros podían optar por dos
excursiones: una a Tetuán y otra a Ceuta de una duración de
tres horas, en la que se incluían visitas a los miradores,
al Parque Marítimo del Mediterráneo y tiempo libre por la
ciudad. Tan sólo un autobús hizo ruta hacia Tetuán, el resto
optaron por la segunda opción. Ahí se dieron de bruces con
el sempiterno problema del horario comercial dominical.
Pocas opciones de compra.
Algo que comprobaron los 2.687.000 pasajeros que hicieron
uso del puerto de la ciudad autónoma el año pasado. Una
cifra que Torrado cree que aumentará este año, más aún con
la política de la asociación crucerística Mecruise de la que
Ceuta forma parte desde hace más de una década. Si bien el
puerto es relativamente joven el volumen de escalas que se
realizan para avituallamiento de buques es importante,
llegando el pasado año a las 3.000. Pero es sin duda la
apuesta por la llegada de cruceros la que más interesa en la
actualidad y con la que comienzan a hacerse notar los
resultados positivos.
|