LUNES. 4
Estoy conversando con Manolo Blasco cuando diviso a cierta
distancia que se nos aproxima una mujer que no sólo camina
con seguridad sino que concita miradas a su paso. Pero ella
ni se inmuta. A poca distancia ya de nosotros, me doy cuenta
de que se trata de María Antonia Palomo. A la que no
veía desde que le fue concedido el Premio María de Eza.
Me despido, inmediatamente de Blasco, a fin de quedarme
hablando un rato con la ex secretaria general de los
socialistas. Y lo primero que se me ocurre decirle es que,
desde que dejó la política activa, ha ido mejorando a paso
de legionario. La mejora, créanme, ha sido tan grande como
generalizada. Está, pues, mi estimada María Antonia en
estado de gracia. Porque ha perdido peso. Ha mejorado su
cutis. Le brillan los ojos. Y ha recobrado confianza en sí
misma y tranquilidad. Es, sin duda, una nueva mujer en lo
tocante a su aspecto físico. Que nada tiene que ver con los
dones del alma. Aunque el disfrute de lo primero ayuda, sin
duda, a lo segundo.
MARTES. 5
Hacía ya mucho tiempo que yo no tenía la oportunidad de
charlar unos minutos con Aquiles Ruiz: director de
servicios turísticos de la Ciudad. Y, tras los saludos de
rigor, sale a relucir la Feria de Primavera y del Vino Fino
de El Puerto de Santa María, que empieza esta semana.
Fiestas que él vivió intensamente en 2007. Cuando las
autoridades portuenses tuvieron a bien dedicarle la feria a
Ceuta. Aquiles me habla entusiasmadamente de lo bien que se
lo pasó en el pueblo donde me nacieron. Y me cuenta que él
hubo de representar a los ceutíes el día en que las banderas
se bajaron. No duda en decirme que volvería a ir al Puerto
con sumo gusto. Pero está convencido de que en esta ocasión
le será imposible. A partir de ahí, entramos ya a recordar
los pequeños detalles que nos hicieron felices durante aquel
acontecimiento. Y a mí, lógicamente, me entran unas ganas
locas de que llegue el viernes para divertirme en una feria
que luce cuanto expone con esa falta de afectación que sólo
tienen las celebraciones que se saben de memoria para qué
fueron hechas.
MIÉRCOLES. 6
En la plaza de los Reyes se me presenta la oportunidad de
charlar unos minutos con José Antonio Carracao,
secretario general del PSOE de Ceuta, y con José María
Mas: Secretario de Economía y Empleo. Ambos se muestran
tan cordiales como dispuestos a intercambiar opiniones
relacionadas con el pulso de la ciudad. Lo primero que hago
es interesarme por el delegado del Gobierno. Con quien hace
mucho tiempo, pero mucho, que no coincido en ningún sitio.
Y, por lo tanto, desconozco cuál es su estado de ánimo
actual. Carracao me saca de dudas al decirme que se
encuentra en las mejores condiciones tras haber solucionado
un problema correspondiente a la construcción de la nueva
cárcel. Y me asegura que José Fernández Chacón está
siempre dispuesto a trabajar con un único fin: hacer posible
que esta ciudad mejore en todos los aspectos. Luego
conducimos la conversación por otros derroteros. Y llegamos
a un punto en el cual estamos de acuerdo: las personas que
están afectadas por una crisis de histerismo deben
permanecer en silencio hasta que el tratamiento adecuado les
permita razonar bien. Así de fácil.
JUEVES. 7
Salgo del Ayuntamiento en compañía de Juan Manuel Doncel
y nos topamos con Mabel Deu. A quien saludo con
mi efusividad meridional. Porque sigo viendo un tanto
alicaída a la consejera de Educación, Cultura y Mujer. Lo
primero que le pregunto es por su salud. Debido a que,
últimamente, ha sido asediada por alifafes que no le han
permitido lucir esa vitalidad tan característica en ella. Y
me contesta que ya está mejor. Aunque se le nota que no sólo
la salud es la causante de que haya perdido gran parte de
esa alegría que la distinguía en su trato con los demás. Y
en vista de que insisto acerca de ese bajón moral que se
trasluce en sus facciones, se ve obligada a decirme que le
ha afectado mucho lo de Carlos García Bernardo. Y que
en ocasiones se ve sobrepasada por el mucho trabajo que
proporciona su consejería. Ojalá que me sea posible ver
nuevamente lucir palmito a la señora Deu. Creo que es
sumamente necesaria su recuperación...
VIERNES. 8
Coincido con Francisco Sánchez-Paris en la escalinata
del edificio del Ayuntamiento. Y nos ponemos a charlar como
es costumbre entre nosotros. A mí me queda nada y menos para
embarcar. Puesto que he decidido pasar dos días en la Feria
de Primavera y del Vino Fino de El Puerto de Santa María. Le
pregunto a Paris si él irá el sábado con la representación
ceutí. Y me responde que sí. Lo cual quiere decir que
Juan Vivas será quien encabece la expedición. Y me
alegro una enormidad que sea así. Porque las autoridades
ceutíes estaban en deuda con las del Puerto. Desde el
preciso momento en que éstas decidieron dedicarle las
fiestas portuenses de 2007 a Ceuta. Y ello ocurrió siendo
alcalde Fernando Gago. A quien, aprovechando la
oportunidad, habría que agradecerle su generosidad. Seguro
que Sánchez-Paris, como asesor, habrá ya orientado al
respecto.
SÁBADO. 9
Estoy en El Puerto de Santa María. A punto de recorrer el
recinto ferial de Las Banderas. El miércoles empezó a
reinar, en la ciudad del rey Sabio, la alegría de su Feria
de Primavera y del Vino Fino. Fiestas que este año han sido
dedicadas a la Comunidad Valenciana. A Ceuta le toco, como
ustedes saben, en 2007. He leído el pregón de la Feria dado
por Manolo Prieto Nieto. En el cual ha recordado que
el vino fino cura todas las heridas. Aunque no ha dejado de
alertar del peligro de este elixir, cuando es mal bebido.
Nunca viene mal que alguien nos refresque la memoria al
respecto. También me he permitido sondear la opinión de
portuenses que viven intensamente estas fiestas. Y me han
dicho que la caseta de Ceuta, hace dos años, fue todo un
éxito. Motivo de satisfacción para Manolo Guillén. Que fue
parte muy principal para que todo saliera a pedir de boca.
En estos momentos, la expedición ceutí hace su entrada en el
Hotel Los Jándalos. A cuyo frente viene Juan Vivas.
Con el único fin de agradecerles a las autoridades de esta
tierra, la invitación de 2007. Y, de paso, compartir con
ellas unas horas de alegría.
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