Los expertos educadores y sociolingüístas piensan que la
única manera de aprender un idioma es utilizarlo y para ello
han de crearse necesidades comunicativas. Algunos estudios
han demostrado el avance registrado por muchos pequeños y
jóvenes en el aprendizaje de un nuevo idioma gracias a su
uso en la vertiente no formal. En la calle, fuera de las
aulas. Siguiendo esta premisa se va a desarrollar en el
Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Juan Carlos
I de Ceuta el proyecto ‘La lengua castellana como elemento
dinamizador’ Una de las iniciativas de las asociaciones de
padres de los centros que ha sido respaldada y subvencionada
por la FAMPA. Las instalaciones del centro educativo
acogerán diversas actividades en horario extraescolar
dirigidas a los niños y niñas de la zona donde la única
premisa es la utilización del castellano para comunicarse.
Mustafa Mohamed, presidente de la asociación de padres del
centro reconoce que entre la población musulmana ceutí
existe un gran arraigo por el uso de la lengua materna, pero
apunta: “No se puede obviar que nuestros hijos tienen que
conocer perfectamente el castellano”. Ante las importantes
carencias en las competencias lingüísticas en castellano de
los escolares de este colectivo surge esta iniciativa.
Bajo la fórmula de los talleres y con actividades
eminentemente prácticas la APA del Juan Carlos I pretende
atraer a esta actividad a la mayor cantidad de escolares
posible. “No podemos quedarnos cruzados de brazos ante esta
situación”, apunta Mustafa, quien considera que esta
iniciativa es “una pequeña solución”.
La presencia de Mustafa Mohamed es una garantía de éxito ya
que es una persona muy vinculada con los más pequeños.
Además de ser vicepresidente de la FAMPA y presidente de la
APA del Juan Carlos I forma parte del Gimnasio Goyu-Ryu y ha
estado siempre relacionado con el deporte de base ceutí.
“Organizaremos partidos de fútbol y juegos en general.
Crearemos reglas como la de penalizar a quienes no se
comuniquen en castellano. Por ejemplo, se pitará penalty o
se sacará tarjeta cuando alguno de los niños se dirija a sus
compañeros en una lengua diferente al castellano”, explica.
Además de las actividades deportivas, que siempre tienen
tirón entre los más pequeños, se realizarán representaciones
teatrales, manualidades y otros. “La idea es que en vez de
que los niños se queden en la calle jugando por las tardes,
pues que vayan al colegio, una instalación segura y conocida
por los padres donde puedan estar vigilados y aprendiendo”,
relata.
La Asociación de Madres y Padres del Juan Carlos I trabaja
ya en la búsqueda de un grupo de colaboradores que ayuden a
desarrollar esta iniciativa. Incluso sondearán la
posibilidad de que algún profesor del centro quiera
participar voluntariamente y sin ningún tipo de compromiso.
Probablemente, y por el cercano final del curso escolar, no
habrá mucho tiempo en el actual año lectivo para desarrollar
este proyecto. No obstante, la APA del Juan Carlos I espera
que el tiempo que pueda ejecutar esta iniciativa sirva de
piedra de toque para su puesta en marcha también el próximo
curso escolar. Ilusión, toda en este proyecto. La asociación
de padres piensa en esta como una actuación que contribuya a
sumar esfuerzos junto con la escuela para mejorar la
educación de sus hijos.
|