Donostiarra, casado y padre de cuatro hijos, después de una
larga carrera política en su tierra y desde las convicciones
de lo ‘vasco-español’, militante de UCD y del PP, Jaime
Mayor oreja fue ministro del Interior, candidato a
Lehendakari en las anterioress elecciones vascas y ejerce de
europarlamentario desde 2004. Hoy día vuelve a ser cabeza de
lista de una candidatura que aspira a ser la más votada por
los españoles cuando acudan a las urnas el próximo 7 de
junio. El destacado político popular mantiene que la
importancia estratégica de Ceuta no es una cuestión de
interés meramente para España sino, sin duda, “para el
conjunto de la UE”. Cree en la posible integración de la
Ciudad Autónoma en la Unión Aduanera tras un análisis y
reflexión profunda, y asegura que vendrá en campaña a
explicar lo que significa Ceuta para Europa y viceversa a
finales de este mismo mes, el día 26.
Pregunta.- Usted ha afirmado recientemente que en estas
elecciones europeas no se juega el liderazgo de nadie, sino
una actitud ante la crisis. ¿Cuál es la actitud del PP ante
ella desde la perspectiva europea?
Respuesta.- La crisis genera tres actitudes diferentes. En
primer lugar, la de los que la ven como meros espectadores,
los indolentes, que creen que serán otros quienes vendrán a
solucionarles los problemas. En segundo lugar, la de los
resignados, los que han aceptado la crisis como escenario de
vida, y en lugar de afrontarla se limitan a esperar a que
escampe, a que el viento cambie de dirección, que parece ser
la actitud que ha adoptado el Gobierno de Zapatero. Y en
tercer lugar están quienes asumen un compromiso, como es el
de poner todo su esfuerzo en buscar una solución, en buscar
un camino para superarla. Y no le quepa duda que esta
tercera es la actitud del Partido Popular.
P.- Algunas encuestas indicarían un repunte al alza en la
intención de voto de los españoles hacia el Partido Popular
de cara a estas Europeas. ¿Es pronto aún para comprobar este
nuevo enfoque de los españoles ante las urnas, o es un dato
con el que ya se trabaja?
R.- Yo siempre digo que no me gustan las encuestas. Ni
cuando son a favor ni cuando son en contra. Evidentemente,
prefiero que sean a favor. Pero ello no debe llevarnos a un
sentimiento tan absurdo y tan suicida como sería la euforia.
Lo que hay que hacer es trabajar, hacerlo bien, aportar
soluciones, escuchar a las personas y comprender sus
problemas. Luego, las urnas dirán en quien confían más los
españoles.
P.- ¿Por qué dice usted que vivimos una etapa de crisis de
valores, de decencia y de confianza?. ¿Es eso lo que nos ha
llevado a ser el país europeo de los llamados de primera
velocidad al que más le está afectando la crisis económica?
R.-Vivimos una crisis de múltiples caras. Por un lado, una
crisis económica. Pero. Íntimamente ligado a ello, España
vive también una crisis de valores. Los valores del
esfuerzo, del trabajo bien hecho, los valores de la dignidad
personal, de la familia, de la educación de calidad y no
adoctrinadora… En los últimos años, se ha llevado a cabo una
deliberada estrategia desde el Gobierno para dejar sin
contenido determinados valores y, por supuesto, una sociedad
sin valores es una sociedad más débil cuando llega el
momento de afrontar una crisis.
P.- ¿Considera que estas elecciones europeas en España
pueden suponer el grito de millones de españoles cansados de
crisis y viviendo casi en recesión?
R.-Las elecciones del 7 de Junio son las primeras elecciones
de ámbito nacional desde que comenzara la crisis. Y es
lógico e inevitable pensar que van a ser unas elecciones
sobre, por y para la crisis. Los españoles van a decidir
quiénes quieren que defiendan sus intereses en Europa: los
que han demostrado que no saben afrontar la crisis o quienes
ya hemos demostrado antes, desde el Gobierno, que sabemos
reaccionar frente a una crisis. Hasta ahora, los únicos que
hemos presentado un plan de medidas frente a la crisis real
y estructurada somos el Partido Popular.
P.- Ceuta es la verdadera frontera sur de Europa; terrestre
con el Magreb, colchón para la inmigración y territorio
español que aún debe contar con mejores salidas para su
desarrollo como mini región con todas sus limitadas
condiciones. Para el PP, para el Grupo Popular Europeo ¿Qué
debe significar Ceuta en el contexto europeo?
R.-Ceuta forma parte de la frontera Sur de Europa y ello
tiene una enorme trascendencia en múltiples cuestiones, como
la inmigración o el comercio con los países del Magreb. Sólo
por ello, no cabe duda de que es necesario tener los ojos
puestos en Ceuta y respaldar todo aquello que implique un
mayor desarrollo de esta ciudad autónoma. La importancia
estratégica de Ceuta no es una cuestión de interés meramente
para España sino, sin duda, para el conjunto de la Unión
Europea. Buena prueba de la importancia que le doy al papel
de Ceuta es que he querido muy especialmente visitar la
ciudad durante esta campaña electoral.
P.- La apertura hacia el Este ha contribuido, probablemente,
a perder la referencia del flanco suroccidental de la Unión,
o al menos esa es la percepción desde Ceuta. El hecho de que
sean los gobiernos los que distribuyen fondos europeos entre
sus regiones posibilita un cierto favorecimiento a
comunidades afines políticamente a la Administración
central. El caso es que fondos previstos exclusivamente para
Ceuta por ser frontera sur y vivir en primera línea el
factor de la inmigración no se ha recibido según lo
previsto, o al menos así se reconoce desde el Gobierno
autónomo ceutí. Sus protestas quedan en mero reconocimiento
en Bruselas pero nada puede hacerse porque son los Estados
los que distribuyen lo percibido. ¿Alguna propuesta para
obligar a las administraciones centrales de los países
miembros para que respeten la filosofía del reparto de
fondos regionales, sobre todo los adicionales?
R.-Desde el Partido Popular tenemos claro que debe seguir
haciéndose un especial esfuerzo de inversión en
infraestructuras tanto en Ceuta como en Melilla, dadas las
peculiaridades de ambas ciudades, y para ello es necesario
conseguir que reciban una especial atención a la hora de
distribuir los fondos del FEDER y del FSE, de tal manera que
junto con ese esfuerzo en infraestructuras se fomente
también la inversión privada y el empleo.
Marruecos y la Unión Europea
P.- Marruecos, socio prioritario de la Unión Europea y
aspirante a ser algo más en la propia estructura de la
Unión. Teniendo en cuenta la situación geopolítica en la que
se encuentra esta Ciudad Autónoma, considerada tercer país
para Europa y por tanto viendo frenado su desarrollo y
estatus europeo [se estudia una posible petición de ingreso
en la Unión Aduanera al estilo Canarias], también padece la
‘presión’ económica de un país resurgente en lo económico
como lo es Marruecos que prevé liberar sus aranceles en 2012
y fagocitar, de algún modo, las posibilidades de desarrollo
de Ceuta. ¿Qué papel jugará la Unión en defensa de su
territorio regional, conjugando eso sí, al mismo tiempo, la
apuesta europea por Marruecos?
R.-Nosotros estamos de acuerdo en estudiar la posibilidad de
que Ceuta se integre en la Unión Aduanera. Es una reflexión
que hay que hacer tomando en consideración todos los
factores, incluida la posibilidad de establecer periodos
transitorios o un sistema de ayudas a aquellos sectores que
pudieran verse afectados. Incluso cabe reflexionar sobre la
posibilidad de que la Unión Europea demande de Marruecos la
puesta en funcionamiento de una aduana comercial en sus
fronteras con Ceuta y Melilla. Como digo, son cuestiones
sobre las que debe al menos llevarse a cabo una reflexión en
profundidad.
P.- La precampaña hacia las Europeas puede decirse que ya se
ha iniciado. ¿Le veremos por Ceuta hablando de Europa y de
las posibilidades de un mejor futuro económico desde la
perspectiva popular europea?
R.-Como le digo, he tenido un especial interés en poder
estar en Ceuta en esta campaña electoral y puedo asegurarle
que allí estaré a finales de mayo.
P.- ¿Cómo trabajará su partido, a nivel general, para
combatir la habitual baja participación ciudadana en los
comicios europeos?
R.-Nuestro deseo es movilizar al mayor número de personas
para estas elecciones. Existe el error de creer que las
Elecciones Europeas importan menos, son menos decisivas, que
otras citas electorales. Tenemos que hacer un esfuerzo
pedagógico para hacer comprender que nuestro futuro, en
buena medida, se decide en Europa y que, por tanto, ser
fuertes en Europa, tener voz en la Unión Europea es algo
fundamental para los intereses de los españoles.
P.- Efectivamente, el hecho de la permanente insistencia de
que somos parte de un efecto global que nos ha llevado a
esta crisis puede lograr el aumento de la conciencia de que
en lo supranacional pueden existir soluciones. Pero cómo se
hace para salir de esta situación, teniendo en cuenta que el
poder [si hablamos del crudo], se encuentra en manos
mayoritariamente de países poco o nada vinculados a
regímenes democráticos y, por tanto, casi al albur de sus
criterios de ‘ataque’ a la economía de occidente.
R.-La actual crisis económica no es consecuencia del crudo,
como pudieron serlo crisis como las de los años 70. La
actual crisis se deriva de circunstancias de nuestro propio
entorno, fundamentalmente de que los sistemas financieros no
han podido soportar su propia presión, se han infectado
hasta quebrar de productos tóxicos, unidos a unas políticas
crediticias temerarias. Junto a ello, los propios Gobiernos
son también en parte responsables, por haber gastado y
haberse endeudado más de lo que era sensato.
P.- Desde su experiencia en política y, desde su visión
local y europea, ¿qué nos espera a los españoles?
R.- Es evidente que tenemos por delante una crisis
especialmente dura. España tiene la perspectiva de ir por
detrás de otros países de la Unión Europea para salir de la
crisis. Así lo apuntan todos los expertos, incluido el
Informe del Comisario Almunia. Y será aún peor si el
Gobierno de Zapatero sigue cerrando los ojos a esta realidad
y limitándose a esperar sin adoptar medidas reales y
efectivas. El problema de España es que la política
económica del Gobierno no tiene un rumbo ni responde a unos
objetivos concretos sino que se basa en decisiones llenas de
improvisación y en ocasiones hasta contradictorias.
P.- ¿Es optimista?
R.- Yo quiero ser optimista. Realmente creo que se puede
salir de la crisis económica. Pero no se puede salir ni
desde la resignación ni desde la inacción. Se puede salir de
esta crisis pero, desde luego, no por el camino por el que
va el Gobierno.
P.- ¿Qué errores está cometiendo?
Se puede salir de la crisis. Pero para ello se necesita
tener una estrategia económica, tener un plan, que es justo
de lo que carece el Gobierno. La actuación del Gobierno de
Zapatero ante la crisis es una clara demostración de que el
ciclo político de Zapatero ha terminado. Ha llegado el
momento de depositar la confianza en una alternativa como la
que representa el Partido Popular.
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