El Celta de Vigo, que completó una magnífica temporada en el
grupo I de División de Honor al terminar invicto la Liga
regular, se plantó en la final de la decimoquinta edición de
la Copa de Campeones tras derrotar ayer en el estadio
municipal ‘Francisco Bonet’ de Almuñécar al Sevilla por 2
goles a 0. Los celtiñas habían dejado en la cuneta al
Villarreal al que superaron por 3-1, mientras que el campeón
del grupo del Goyu-Ryu superó en la prórroga al Atlético de
Madrid por 1-0.
En el choque decisivo del grupo ‘A’, el Celta de Delfín
Alonso dio buena cuenta del equipo andaluz en el sexitano
estadio Bonet, donde una vez más realizó un gran despliegue
físico, una exhibición de orden, concentración y calidad
para mantener su puerta a cero y aprovechar el contraataque
para ‘golpear’ dos veces al conjunto hispalense, que a
partir de ahora centrará todos sus esfuerzos en la Copa, que
arrancará el 17 de mayo con los partidos de ida de los
octavos de final. El Sevilla se enfrentará al Mallorca y el
‘Poli’ Ejido jugará contra el Albacete.
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