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La temporada se está haciendo larga y, quien más, quien
menos, empieza a pendar en las inminentes vacaciones de
verano. Un periodo estival que este año será más largo de lo
que los integrantes del vestuario de la AD Ceuta hubieran
deseado, teniendo en cuenta que, irremediablemente, el
encuentro del próximo domingo en Melilla servirá para poner
punto y final al curso futbolístico 2008/09. Una vez que el
pasado fin de semana los ceutíes perdieran sus opciones de
clasificarse para disputar la fase de ascenso.
Por ese motivo, y para eliminar tensiones, Carlos Orúe
propuso una suave sesión de trabajo sobre el césped del
Alfonso Murube, que apenas duró una hora. Allí estuvo el
nuevo secretario técnico de la entidad, Fernando Abad, quien
el día anterior también presenció el entreno vivido en el
Federativo José Benoliel, donde los caballas se ubicaron
miércoles y jueves por los trabajos de mantenimiento
acometidos por la empresa Jersa al tapete del municipal.
Allí, el técnico jerezano propuso una serie de ejercicios
técticos, antes de que el equipos se trasladase a la playa
de El Chorrillo para tomar un baño de agua fría enfocado a
que los jugadores recuperasen muscularmente.
Lo más destacado de la jornada fue que Sergio Castaño y
Álvaro se unieron al grupo, aunque la presencia de Sergio
Castaño en el derbi norteafricano es más que dudosa.
Mientras que Álvaro, al igual que el canterano Jesús
Villatoro, están recuperados de sus molestias y podrán ser
de la partida si el ‘mister’ lo estima oportuno. El que no
podrá jugar, a pesar de haber realizado parte del trabajo de
ayer junto al resto de sus compañeros, es Duque, descartado
hace semanas por una rotura de fibras de la que está
prácticamente recuperado.
Antes del entrenamiento en el Alfonso Murube, y siguiendo
con el ritual, Orúe visionó con sus hombres un vídeo para
analizar el juego de su último oponente de esta temporada.
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Jesús Villatoro, el talismán, disponible
Jesús Villatoro, que a lo largo de
la semana ha arrastrado molestias intercostales, podrá ser
de la partida ante la UD Melilla si Carlos Orúe lo estima
oportuno. El canterano, que ha sido titular en los últimos
cuatro encuentros, se ha convertido en el auténtico talismán
del equipo, ya que los suyos, con él saltando al terreno de
juego desde el comienzo, se han embolsado doce puntos de
doce posibles. A domicilio ante Granada 74 (0-1) y Conquense
(0-2) y en el Alfonso Murube ante el Racing Portuense (5-1)
y el CD San Fernando (2-0)
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fútbol / segunda división ‘b’,
grupo ‘iv’
