El ingenio y el trabajo de la Hermandad de Las Penas ha
conseguido que la Iglesia de San Francisco vuelva a acoger
cada día la liturgia religiosa de las misas. El patio
trasero del templo, que hasta ahora acogía la actividad de
la hermandad, ha sido acondicionado para que no se
interrumpa la labor religiosa mientras termina el estudio
patológico y se realizan las obras de rehabilitación en la
iglesia.
La recién acondicionada capilla acogerá hoy su primera
liturgia religiosa. La ceremonia contará con la presencia de
los amantísimos titulares de la cofradía, el Cristo de la
Humildad y la Paciencia y Nuestra Señora de las Penas.
Durante los últimos meses las misas se han venido celebrando
en la iglesia de los Remedios y se ha notado una reducción
de la afluencia de público, sobre todo de personas mayores.
Ello hizo ponerse a pensar a la hermandad hasta llegar a
esta solución alternativa.
Aunque el espacio es más reducido que el que se tenía en la
nave principal del templo la Junta de Gobierno de la
cofradía considera que cabrán todos los habituales. “Los
domingos estaremos más apretados, pero entraremos”, apuntó
Arturo Fuentes Cabrera, de la Cofradía de Las Penas. La
capilla es un espacio techado y cerrado. Allí se
desarrollarán todos los actos litúrgicos, cuya demanda de
capacidad no sea muy elevada, hasta que terminen las obras
de rehabilitación del templo.
Las misas se celebrarán a las 9.00 horas y a las 20.00 horas
todos los días. Mientras que las extraordinarias tendrán
lugar los domingos a las 13.00 horas, según explicó el
representante de Las Penas.
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