Tres candidatos buscan en la jornada de hoy alzarse como
presidentes de la Asociación de Vecinos del Príncipe
Alfonso, una barriada en la que viven al menos 8.000
personas censadas. La jornada electoral comenzará a las 9.00
horas y no terminará hasta las 21.00, desarrollándose en el
local social. Todos aquellos que quieran participar deberán
hacerlo presentando el DNI o acreditando su vivienda dentro
de la barriada.
La última votación para la Asociación de Vecinos en el
Príncipe Alfonso consiguió movilizar a 800 personas. Laarbi
Mohamed considera que es insuficiente y pide a los vecinos
que participen. Éste lleva regentando la Asociación de
Vecinos desde 1996, pero se le ve con fuerzas como para
continuar otros cuatro años. Mientras tanto, los otros dos
aspirantes llegan con el brío de la juventud y con una
apuesta clara por la educación de los niños. El fracaso
escolar es, para ellos dos, el germen de la delincuencia;
los chavales en la calle acaban convirtiéndose con el paso a
la adolescencia en personas sin formación y con poco acceso
al trabajo.
Los tres están seguros de que van a ser elegidos y todo
apunta a que van a ser unas elecciones reñidas y que tiene
las siglas políticas como telón de fondo. Solamente Laarbi
ha manifestado su ideología; Fatima y Kamal prefieren
dejarla al margen, aunque la mayoría saben que su
pensamiento es socialista y que presionarán a las
Administraciones para lograr sus objetivos a corto plazo. Lo
que los tres tienen claro es que para atraer al mayor número
de personas posibles hacia su candidatura hay que presentar
un proyecto sólido y parecen haberlo conseguido. Los
problemas infrestructurales son los que más preocupan a
Laarbi, que ve muy logrado el número de empleos que se le
han dado a los vecinos, sabeedor de que muchos carecer de
formación. Fatima confía en su formación como maestra para
levantar el barrio desde los más jóvenes y Kamal quiere
mentalizar a los padres de la necesidad de que enseñen a sus
hijos el valor del orden. Al menos 8.000 vecinos están
llamados a las urnas. La Federación de Vecinos velará por
una votación limpia.
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Una barriada de clase obrera que cambió el Cristianismo por
el Islam
Con motivo de la Guerra de África
de 1859-60 se construye una fortificación de campaña que
recibirá el nombre de Príncipe Alfonso, en honor al futuro
Alfonso XII. Esta construcción se transformó con
posterioridad en el fuerte que hoy existe. Desde finales del
siglo XIX, en la zona del Tarajal, se funda, primero, Villa
Comandari; luego, las instalaciones de la Almadraba; y, por
último, su barriada. En las inmediaciones, muchos
trabajadores intentaron levantar sus precarias viviendas
hasta que en 1911 Antonio Ramos y Espinosa de los Monteros,
entonces Cronista Oficial de Ceuta, fundaron la barriada del
Príncipe, con el beneplácito de las autoridades militares y
municipales. En los años sucesivos se fue poblando con
personas llegadas desde todos los puntos de España para
trabajar en el puerto, las canteras, el ferrocarril y otras
obras públicas. Contará con templo desde 1929 –la Iglesia de
San Ildefonso- y poco a poco se conformará como arrabal de
la población. En ella se pusieron en funcionamiento los
sistemas de construcción de casas baratas, en ocasiones
prefabricadas, que trataron de atajar el chabolismo. En los
años 40 y 50 continuó siendo una barriada humilde, con
escuelas, iglesia, mercado, fábricas y hasta un cine, con
una población mayoritariamente de origen peninsular. Pero
con posterioridad, la llegada de mano de obra de Marruecos y
la construcción de numerosas barriadas más cercanas al
centro hicieron que la población de origen europeo se
desplazara, quedando el Príncipe como núcleo principal de
las familias musulmanas ligadas al Ejército –Regulares y La
Legión-, al comercio con Marruecos y al trabajo mediante
jornal.
*Fuente, José Luis Gómez Barceló (cronista oficial de la
Ciudad)
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