Turno de cháchara en el Casinet,
con discusiones políticas incluidas de las que resaltan
tres: la elección del lehendakari vasco, los chupones de la
SGAE retratados por el PP y los chollos peperos que acaban
en juzgados, con inclusión de jueces conservadores empeñados
en la huelga.
Algún que otro contertuliano saca el tema de la goleada del
Barça pero ya estamos cansados de ello, se ha venido
hablando en todos los medios de comunicación y ya no nos
interesa tanto darle tanta importancia al “Madri”, que es un
equipo más del conjunto de la Liga española, porque de
Europa… el “Madri” europeo feneció junto al dictador.
Lo del lehendakari es un abuso deshonesto de la democracia,
una falsa ilusión de ganador de chanchullo, de jugada de
póker con trampa incluida. La coalición de dos partidos
totalmente opuestos deja en entredicho la lealtad
democrática para convertirla en una realidad dictatorial y
desleal.
Al parecer en el País Vasco no existen socialistas ni
peperos, existe un grupo de fanáticos de destruir la
política democrática mediante manejos imposibles de digerir.
No existe espíritu de partido. Ahí me hecha un jarro de agua
fría en mis convicciones demócratas.
Se nota a la legua que los socialistas vascos son totalmente
diferentes a los catalanes.
Por una vez, y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo
con las declaraciones del PP al descalificar a la SGAE, con
su presidente Eduardo Bautista a la cabeza, y llamarla banda
de sanguijuelas, chupones y golfos recaudadores por exprimir
un acto benéfico de manera vergonzante.
Si al notarse ese abuso, la SGAE rectifica y declara donar
lo que cobró en el concierto benérfico, eso no la redime
absolutamente nada. ¿Os habéis preguntado cuántos conciertos
benéficos se celebran y que no han denunciado éstas
prácticas?
Se debe castigar semejante acto de quitarle dinero a un niño
que está luchando por su vida.
Por otra parte y a la altura de la SGAE podemos situar a
ciertos miembros peperos que usan y abusan de su condición
de seres privilegiados aceptando prebendas que les
enriquecen ilícitamente.
Fuerte contradicción en lo manifestado, días atrás, por el
líder pepero Rajoy sobre apoyar sistemáticamente a sus
discípulos amenazados por la Justicia hasta que no se
demuestre su culpabilidad y la postura de muchos peperos en
referencia a apartar a los implicados.
Ello demuestra una cosa: conservadores. Quieren conservar a
toda costa a gente incondicional, aunque entren de lleno en
el tema de corsarios y piratas, en intentos de imponer una
dictadura de partido apolítico antidemocrático.
Mas sucio no puede ser, cuando un partido espera a una
elecciones ajenas al ámbito territorial del Gobierno del
país para presentar mociones de censura al mismo en caso de
ganarlas. No entiendo como no entienden que las elecciones
europeas no tienen nada que ver con las elecciones a la
presidencia del Gobierno del país. Esa actitud sólo
perjudica al ciudadano español al hacerle creer que votando
en Europa vota el cambio en España. Mentira gorda.
Por Galicia las cosas empiezan a aflorar de manera tan
corrupta como lo será todos los gobiernos peperos agrupados
en el liberalismo. Ahora resulta que certifican obras de
construcción como acabadas cuando ni siquiera tenían las
instalaciones de suministro colocadas. ¡¡Qué afán!! Encima
benefician a empresas en la que trabajaron los políticos. Lo
hacen para que cumpla el plazo y poder recibir las
subvenciones que otorgan…¡menudo cambalache!
En referencia a mi ciudad, ya lo advertí en su momento: los
chanchullos dinerarios repercuten en quienes lo apoyan. Ahí
es nada que se vean implicados miembros del gobierno local
en el asunto del Consejo de la Juventud. Es lógico por
cuanto quienes dan las subvenciones deben velar por el
cumplimiento del destino de las mismas y no arrojar el
dinero de todos los contribuyentes al buen tuntún.
Vergonzoso es.
Lo malo que tiene la política liberal, de lo mucho malo que
tiene, es que con dinero consigue los votos. Con
subvenciones hacen colocar el rabo entre las piernas a
quienes tienen cierta influencia en los ciudadanos. O séase:
una bajada de pantalones, faldas en este caso, fabulosa. Me
apunto.
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