Han tomado buena nota de la estima
en que tienen el CNI y la Guardia Civil al movimiento
islamista Tabligh…?. Pues pasen y lean, que hay más.
Transcribo, con el permiso del colega Irujo, la opinión de
la Directora General de Nacionalidad en 2006, Ángeles
Sánchez, para rechazar solicitudes en base a un insuficiente
grado de integración en la sociedad española de los
solicitantes debido a su activismo a las órdenes del Tabligh,
añadiendo: “El movimiento Tabligh profesa un Islam
conservador y fundamentalista aplicado a una visión
intransigente de las reglas coránicas y persiguiendo su
imposición en todos los órdenes de la vida. Esto conlleva la
propagación de una conducta segregacionista respecto a la
sociedad no musulmana dentro de la cual no tiene ningún
interés en integrarse”. Más claro agua. ¡Ah jai, chof!, ¿qué
te parece…?. Y digo: este modelo extremista del Islam, el
del Tabligh, ¿es el que algún conocido político local ampara
y parece desear para Ceuta…? ¡Gordo y no pequenillo asunto!.
Punto pelota.
Volviendo al titular, a todos nos ha extrañado la “técnica”
y “provisional” medida (según Moscú) tomada contra los
derivados cárnicos de las piaras españolas por parte de las
autoridades rusas. ¿Prudente y casual medida…?. ¡Quiá!.
Moscú ha enseñado los dientes a la OTAN por medio de uno de
sus eslabones más flojos, España; Moscú ha reaccionado tal y
como había avisado; Moscú no se ha quedado con la torta como
la lela España, no hace tanto, en Nador… Y es que hay una
clara relación causa-efecto entre las actuales maniobras de
la OTAN en Georgia y la inexplicable medida de Rusia contra
los chorizos, lacones y jamones españoles, que pueden
acarrearle al sector unas pérdidas (¡y en estos tiempos que
corren!) de unos mil millones de euros. Rusia, cuyos
servicios siempre responden (como mandan los cánones) y no
se andan por las ramas ni son melifluamente pasivos como uno
que no voy a citar, ya había evaluado la situación y tomado
sus medidas. Moscú lo había dejado bien claro, calificando
las maniobras como una “abierta provocación de negativas
consecuencias”. Y reaccionó.
¿De qué les estoy escribiendo…? Pues de las maniobras
militares, en dos fases, iniciadas ayer entre el ejército de
Georgia (República caucásica abierta al Mar Negro) y las
fuerzas armadas de la OTAN. Hasta el 17 de mayo, 650
efectivos de un combinado de países (entre ellos Emiratos
Árabes Unidos) desarrollarán un ejercicio de simulación (Cooperative
Langboww 90), que continuará con ejercicios de campo (Cooperative
Lancer 90) entre el 18 de mayo y el 1 de junio. ¿Y qué papel
juega España…?. Sobre el terreno y cuantitativamente casi
nada, pues no hay efectivos españoles salvo algunos
oficiales destinados en la OTAN… pero los ejercicios serán
coordinados por un español, el teniente general Cayetano
Miró Valls, siendo liderados… por el Cuartel General de la
OTAN en Madrid. ¡Voilá!. Moscú ya había disuadido a su modo
de participar a Serbia, Moldavia, Armenia y Kazajastán,
Estonia y Letonia se quitaron del medio oficialmente “por
motivos presupuestarios” y Alemania, lisa y llanamente,
rehusó asistir. Pese a que el mando directo recae en un
general italiano, un militar español es el coordinador desde
el cuartel general de la OTAN en Madrid. Rusia, ni corta ni
perezosa y aprovechando tácticamente la gripe porcina, ha
reaccionado tomando medidas contra España. Visto.
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