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Las ofertas especiales que han
sacado las navieras para fomentar y facilitar la llegada a
menor coste de las personas realmente vinculadas con Ceuta
por relación de ex residencia, nacidos o familiares de
residente, está sirviendo para que estos ciudadanos puedan
acercarse realmente a la ciudad y fomentar el arraigo hacia
la tierra a la que muchos están vinculados bien por una
larga estancia residiendo en ella, bien por ser naturales de
Ceuta y que han tenido, por alguna causa, que emigrar.
Estudiantes, familiares de residentes habitantes en la
península. Se trata de favorecer un flujo de intereses
ceutíes que sirva para propagar y fomentar el cariño que ya
de por sí existe por Ceuta allende el Estrecho.
Una buena campaña comunicativa, en base a una explicación
bien concreta de los parámetros que han de cumplirse según
tenga establecido cada naviera, en connivencia y acuerdo con
la Ciudad Autónoma, se hace no sólo necesario, sino
indispensable para un éxito tanto en escala aritmética como
geométrica. Es decir tanto en número de personas que lleguen
a recibir el mensaje, como en la expansión del mensaje por
doquier que facilite a aquel ceutí o familiar de ceutí, o
miembro de todas las casas regionales distribuidas por la
península, la información y, sobre todo el qué hacer y cómo
para acceder este servicio adoptado tanto por las navieras
como por la Ciudad en función de su respaldo, apoyo y
colaboración.
Una comunicación clara, fácil, de general acceso se hace
necesario con el fin de lograr el éxito que redunde en
beneficios comunes. Así, las navieras logran multiplicar sus
pasajeros atendiendo al favorecimiento de una ciudad que,
por española, establece un punto esencial en el desarrollo
económico de una compañía naviera. Sencillamente por el uso
impepinable que ha de hacerse de este medio de comunicación
marítimo para las conexiones del ceutí con el resto del
territorio español, y del español peninsular vinculado a
Ceuta para conectar con este espacio geográfico nacional
ubicado a este lado del Estrecho, en el continente africano.
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OPINIÓN / EDITORIAL
