La cata arqueológica que se está desarrollando en el solar
donde se pretende levantar, sobre el antiguo Pasaje
Fernández, un gran bloque de viviendas se ha topado con un
hallazgo que si bien los expertos no se atreven a
calificarlo de “monumental” sí merecería el epíteto de “muy
singular”, algún tipo de oratorio islámico anterior a la
conquista portuguesa de Ceuta. Fomento decidirá qué hacer
con él.
La Consejería de Fomento será quien decida si los restos
“únicos” de un oratorio musulmán del siglo XIV,
presumiblemente imbricado en el interior de una vivienda de
aquella época, previa a la conquista portuguesa, vuelven a
dormir el sueño de los justos bajo tierra, son trasladados o
seguirán siendo investigados. El departamento que dirige
Juan Manuel Doncel tiene ya en su poder el informe elaborado
por los técnicos municipales al respecto sobre lo
dictaminado por Arqueotectura, la empresa privada a la que
se encomendó realizar la cata, y se espera su dictamen al
respecto, un asunto sobre el que la Ciudad Autónoma no
aportó ayer nada más que lo dicho por el presidente Vivas el
fin de semana.
Fuentes de la Asamblea sí explicaron ayer que los vestigios
descubiertos no parecen corresponder con los de una
mezquita, pues carece entre otros elementos de las diversas
naves y arcos porticados que caracterizan a este tipo de
construcciones. También parece descartado que se trate de un
morabito [una especie de ermita aislada donde se honra a
santones populares musulmanes], pues la estructura
localizada está rodeada de otras.
“Las fuentes históricas señalan que había viviendas que
tenían su propio oratorio dentro, por lo que parece lo más
probable que sea de esto de lo que estamos hablando”,
apuntaron las mismas fuentes, que confirmaron que el
Ejecutivo ceutí está barajando la posibilidad de ordenar una
ampliación de los estudios arqueológicos iniciados, gracias
a los cuales ya se ha podido constatar la existencia de un
nicho que haría las veces de ‘mihrab’ en el oratorio y su
datación histórica, del siglo XIV, previa a la conquista
portuguesa de la ciudad, en 1415.
Los expertos ubican el hallazgo en el antiguo arrabal de
Enmedio. “Seguramente no se trata de un hallazgo monumental,
pero sí muy singular, pues sería la primera vez, de
confirmarse los indicios existentes, que se encuentran
restos de estas características”, valoraron fuentes
especializadas.
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