Alas 18.00 horas de la tarde de ayer el Ministerio de
Sanidad y Consumo tenía computados en España un total de 57
casos confirmados de infectados por el nuevo virus A/H1N1 y
otros 63 en investigación. En total, 110 personas, menos ya
del número total de sospechosos finalmente descartados, que
ya llegan a 113.
“Hay que subrayar que todos los pacientes en estudio, desde
el momento de su contacto con los servicios de salud,
reciben las medidas de tratamiento y aislamiento que prevén
los protocolos, con lo que se anticipa desde el primer
momento la capacidad de prevención y tratamiento precoz”,
resaltó el Ministerio, que sólo conoce que once personas
sigan hospitalizadas. Las cifras contradicen, aparentemente,
los ríos de tinta desatados en nuestra ciudad, nuestro país
y el resto del mundo por la nueva gripe. Aparentemente y de
momento.
Las razones para ser optimistas pasan, según los
especialistas consultados ayer por este periódico, son
aparentemente simples: la nueva gripe es fácilmente
transmisible porque tiene el patrón porcino, pero menos
letal que si fuera de origen aviar.
La época del año es otra motivo para no alarmarse más allá
de lo justo. Los virus de la gripe resisten más en ambiente
seco y frío. Pueden conservar su capacidad infectiva durante
una semana a la temperatura del cuerpo humano, durante 30
días a 0 °C y durante mucho más tiempo a menores
temperaturas.
“Aunque nunca es un momento ideal para algo parecido”,
avisan los epidemiólogos, “en España el virus nos ha pillado
en un momento relativamente idóneo: primero porque ya hemos
pasado la etapa más fría del año; segundo porque de aquí a
que llegue la segunda oleada del virus, que se prevé para
finales de verano o principios del otoño, nuestro país
estará en pleno periodo de vacunación.
Se espera que entonces la vacuna contra el
A/H1N1/California/4/2009, el nombre completo del nuevo
virus, ya esté lista. Lo más difícil es completar la
quiniela de tres cepas que irán en la jeringuilla, algo que
“costará más” que desarrollarla en sí.
Cada año los epidemiólogos de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) hacen pronostican los tres virus que tienen la
probabilidad más alta de producir la llamada ‘gripe
estacional’, y los proponen para elaborar la vacuna
trivalente de la temporada. Los parámetros utilizados se
definen durante el primer trimestre del año, por lo que ya
vamos con cierto retraso, aunque se espera que este no sea
definitivo. “La industria farmacéutica esta capacitada sin
duda para elaborar una vacuna en el plazo de entre tres y
seis meses, tal y como ha dicho la OMS”, avanzó ayer el
epidemiólogo local Julián Domínguez, “pero el debate actual
entre los especialistas en Salud Pública y nuestro gremio
radica en qué cepa sustituir por la nueva de la que incluía
la trivalente de años anteriores”.
El año pasado la vacuna trivalente portaba cepas
A/Brisbane/59/2007 (H1N1), A/Brisbane/10/20075 (H3N2) y
B/Florida/4/2006-like. “Se podría”, especuló Domínguez,
“introducir dos H1N1 u otras combinaciones, pero se trata de
la cuestión más delicada, pues además nos enfrentamos a un
virus, el de la gripe, con una alta capacidad de mutación,
de volver a transmitirse a un cerdo o a un ave y cambiar de
nuevo”. Así las cosas, el verdadero partido contra la nueva
gripe debería jugarse en aproximadamente cinco meses.
Entonces se supone que será más difícil ganarle porque el
virus habrá mejorando su “adaptación” al ser humano para
ganarle y, con cinco meses de margen, será más fácil que
llegue a los más débiles, los que se mueven menos y no
viajan.
¿Hasta entonces? “Si no se viaja a México ni se trabaja en
espacios de riesgo como hospitales o laboratorios hay que
estar alerta, pero sin alarmas”, aconseja el Ministerio.
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