El Ministerio de Sanidad y Política Social se ha puesto en
contacto con la Consejería de Bienestar Social y Sanidad de
la Ciudad Autónoma de Melilla para interesarse por el
aumento de casos de hepatitis A en nuestra ciudad,
enfermedad que en el primer trimestre de este año se ha
disparado un 243,86 por ciento debido al cierre de la
depuradora de moluscos.
Según informó el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José
Imbroda, una de las direcciones generales del Ministerio de
Sanidad y Política Social se ha dirigido a la Consejería de
Bienestar Social para interesarse por este problema tras
haber recibido la carta que el propio Imbroda remitió hace
unas dos semanas a la nueva responsable del Ministerio,
Trinidad Jiménez.
Dada la inmediatez de la respuesta, Imbroda concluyó que su
escrito “debe haber calado” en el Ministerio, por lo que
confió en que “pronto pueda contestar” aportando alguna
solución para este problema, que afecta no sólo a la salud
pública de Melilla, sino también al negocio de la depuradora
de moluscos.
Imbroda agradeció la rapidez con la que el Ministerio de
Sanidad y Política Social “se ha puesto en movimiento” sobre
el incremento de casos de hepatitis A en Melilla, teniendo
en cuenta “lo que le ha caído encima” a esta área del
Gobierno con la epidemia de la virus A/N1H1, más conocido
popularmente como gripe porcina.
Además, Imbroda recordó que Trinidad Jiménez “es nueva” en
el Ministerio de Sanidad, tras ser designada por Zapatero
hace menos de un mes como responsable de esta cartera, por
lo que, en teoría, no se esperaba una respuesta con tanta
celeridad sobre el problema de Melilla hasta que no pasaran
los primeros días lógicos de asentamiento en un nuevo cargo
de responsabilidad.
“La verdad es que los momentos que tiene ahora la ministra
de Sanidad no son para deseárselos a casi nadie”, aseveró
Imbroda, quien confió en que el Gobierno central se implique
en la solución del problema de la depuradora de moluscos.
El aumento de los casos de hepatitis A en Melilla se ha
registrado desde que en noviembre del año pasado cesó la
actividad de la depuradora de moluscos de la ciudad a causa
del cambio de una normativa del Ministerio de Sanidad por
obligación de la Unión Europea. Esta normativa europea
impide a nuestra ciudad exportar productos de origen animal
al resto de la Unión Europea (UE), lo que ha afectado de
lleno a la empresa Rusadir Mar, que gestiona la depuradora
de moluscos, ya que más del 90 por ciento de su producción
iba dirigida a grandes cadenas de distribución asentadas en
la Península.
La solución a este problema pasa por que la UE declare a
Melilla como “zona autorizada” para exportar productos de
origen animal al territorio comunitario, una cuestión
administrativa que debe abordar el Parlamento Europeo a
instancias del Gobierno español.
Por esta razón, Imbroda emitió el 6 de abril una carta a la
nueva ministra de Sanidad y Política Social para pedirle que
“se ejerzan las actuaciones necesarias para una pronta
solución a este asunto con la mayor urgencia posible”, dado
que este caso no sólo afecta a la salud pública de la
población melillense, sino también a la plantilla de la
depuradora, formada por 20 personas.
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