En todas mis reflexiones
relacionadas con el partido socialista han aparecido el
verbo “manipular” para explicar como la inmensa mayoría de
sus miembros pretenden controlar sutilmente a la sociedad
española a través de informaciones tergiversadas aunque,
conocer las últimas manifestaciones pronunciadas por Zp
pretendiendo justificar los datos negativos originadas por
su ineficacia en la resolución de los problemas derivados de
nuestra actual situación económica, me ha hecho reconsiderar
mi razonamiento al respecto.
En principio, debo catalogar como inaceptables las últimas
declaraciones pronunciadas por el líder socialista en las
que aseguraba que nos acercábamos al final del túnel cuando
la realidad es más que evidente; las cifras dadas a conocer
por los principales organismos competentes señalan que el
desempleo en España es el mayor de todos los países de la
euro zona, aportando uno de cada tres parados. Cifra a la
que debemos añadir inevitablemente una circunstancia
lamentable originada por la pronunciada reducción de la
demanda nacional que ha derrumbado un 2,9% el Producto
Interior Bruto en el último año, una caída solo equiparable
a la sucedida en 1970.
Si tenemos en cuenta, que estos datos empeorarán en los
próximos meses como consecuencia de la inexistencia de
margen de maniobra para que la política fiscal impulse el
consumo y la inversión, las empresas y los consumidores no
se benefician de la reducción de los tipos de interés, las
familias continúan prolongando su “perfil contractivo” por
el deterioro del empleo, la demanda exterior retrocederá y
el déficit y la deuda seguirán creciendo propiciando, con
total seguridad, un deterioro adicional de las cifras
señaladas augurando un futuro incierto.
Por tanto, el término “manipulador” utilizado en mis
reflexiones catalogando a los líderes e ideólogos del
partido socialista debe ser sustituido por otro, que defina
con exactitud sus verdaderas intenciones. Sin ninguna duda,
ese verbo debe ser “falsear” ya que, los miembros del
Gobierno socialista pretenden en todo momento dar a la
mentira apariencia de verdad con el único objetivo de
mantener su privilegiada situación política a pesar de haber
relegado al pueblo español a las últimas posiciones del
ranking socio económico a nivel internacional.
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