Sólo unas palabras para testimoniar mi más sentida
condolencia por el lamentable suceso que acabó con la joven
vida de Marco. Tuve la suerte de conocerle y tratarle en su
día a día, y he de decir simplemente la verdad, la que con
toda seguridad es refrendada por todos sus compañeros y
amigos del Servicio y de Extinción de Incendios y
Salvamentos de Ceuta, esa verdad viene a decir que Marco (
marquitos para muchos), era una excepcional persona, un buen
compañero y un magnífico bombero. Hoy los bomberos de Ceuta
lloran la muerte de un compañero, un compañero querido,
respetado y con una alta consideración en la plantilla. Hoy,
la plantilla de bomberos de Ceuta vuelve a estar unida, esta
vez por el dolor de la perdida de Marco, un hombre al cual
su trabajo le encandilaba a diario, hasta el punto de dar su
vida -como se suele decir-, en el desempeño de sus
funciones. Ayer fue tu sepelio, y tus compañeros, en unión
de tus familiares y amigos, te dieron el adiós que tú
hubieras deseado. El dolor, la rabia contenida, el picor en
los ojos por los lágrimas derramadas, y la certeza de no
volverte a ver, hicieron vivir momentos que venían a
certificar tu gran calidad humana y tu alta profesionalidad.
Las aguas que nos bañan, esas que tantas y tantas veces has
disfrutado, esas que tornan el color celestial de San Juan
de Dios al verde amenazante, fueron tu lecho de muerte. Hoy
tu destino está en otro sitio, junto a otras personas, y a
buen seguro, en unión de otros compañeros. Desde arriba ,
desde lo alto, te darás cuenta que la vida ha de seguir, que
el Madrid – Barcelona paraliza el país, que tus compañeros
siguen de servicio, que a tí te echan de menos, que
probablemente a Pacheco le cueste más amenizar las
tertulias, pero tranquilo Marco, lo hará. En fin querido
amigo, desde lo alto, desde ahí arriba, cerrando los ojos
puedes pensar que andas subido en el coche escala y con ello
guiar el destino de tus compañeros en su difícil tarea
diaria, unos compañeros que han demostrado quererte y que te
arroparon hasta las puertas del cementerio de la manera que
merecías, en un camión de bomberos, al que probablemente
empiece a llamarse el camión de Marco, y que venia a
recordar que tus sueños un día se hicieron realidad, dando
muestras suficiente , como ha sido tu caso, de que
efectivamente, “BOMBERO SE NACE”.
( Ánimo Iván )
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