Desde CSI-F denunciamos la actual política socio-económica y
la mala gestión ante la crisis que hoy nos ahoga, que deja
patente la necesidad de nuevas políticas de sostenibilidad
social que contribuyan al relanzamiento de nuestra economía.
En este primero de mayo, los trabajadores tenemos buenas
razones para sentirnos preocupados por el desenfrenado
incremento del desempleo.
Y demandamos nuevas medidas que detengan la destrucción de
empleo, mejorando las prestaciones sociales que actualmente
reciben los desempleados.
Consideramos que las ayudas públicas deben revertir
directamente en las empresas, y en los trabajadores.
Censuramos el retraso, por parte de todas las
administraciones, en cumplir sus compromisos económicos con
las empresas que ejecutan las obras públicas.
CSI-F exige que se deje de atacar al trabajador en general,
con medidas que puedan provocar precariedad en las
condiciones de trabajo y empleo, tales como despidos,
congelaciones salariales, ERES, aumento en la edad de
jubilación, aumento de la jornada laboral, etc, etc, etc.
En la Función Pública CSI-F apuesta por el diálogo social
con las distintas administraciones y denunciamos el actual
oscurantismo y la falta de negociación colectiva por parte
del gobierno central y de la mayoría de los gobiernos
autonómicos.
CSI-F exige que se deje de atacar a los empleados públicos,
haciéndonos pasar por los culpables de la crisis y vendiendo
falacias como que:
“Hay muchos empleados públicos, sobran la mitad”
¿De verdad sobran los seiscientos mil profesores que forman
a nuestros jóvenes en aulas muchas veces masificadas?
¿Sobran los quinientos mil trabajadores sanitarios que
atienden nuestra salud y que son insuficiente para evitar
las listas de espera?
¿O sobran los trabajadores de los Juzgados, que no dan
abasto para conseguir una Justicia rápida?
¿O sobran los agentes que velan por nuestra seguridad en las
calles, incapaces, por su escaso número, para hacer frente
debidamente a la elevada tasa de delincuencia?
Lo que sobran son, en cualquier Ministerio, Autonomía o
Ayuntamiento, los infinitos Altos Cargos; los Asesores
nombrados a dedo, con sueldos medios que triplican los de
cualquier funcionario; los miles de coches oficiales, de
alta gama; los gastos superfluos en viajes, ferias y
eventos, en Consejos de empresas públicas o semipúblicas.
Que alguien haga las cuentas y comprobará que aquí es donde
se puede reducir el gasto público.
“Hay que congelarles el sueldo”
Desde la última congelación salarial de 1997, durante 10
años seguidos hemos perdido poder adquisitivo puesto que la
tasa de inflación siempre ha sido superior a la prevista del
2%.
Para un año, el del 2008, que se equivocan a nuestro favor,
no vamos a pedir perdón.
“Son unos privilegiados que tienen el puesto de trabajo
seguro”
La estabilidad del funcionario es la mejor garantía de unas
administraciones públicas profesionales, neutrales y
eficaces.
* Secretario Nacional de Acción Sindical de CSI.F
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