La reunión de ayer en el Casinet,
después de la pantagruélica comida con los periodistas,
resultó ser un remanso de paz en el que no faltó el
consabido Jack Daniel´s, que por norma me tomo después de
una algazara dietética, sólo rota por la nota discordante de
nuestro no-ínclito criticón político en que se ha convertido
Mariano Rajoy.
Sólo uno discrepó de la mayoría sobre el tema. Todos
estuvimos de acuerdo en que esa exposición de trapos sucios
ante los participantes en el Congreso Extraordinario del
Partido Popular Europeo (¿os habéis fijado en los butacones
donde se sientan?, la mayoría de los ciudadanos solo lo
tienen en su sueños).
Rajoy anda por un camino que le gusta enormemente al aún
jefe suyo, José María Aznar, con declaraciones estentóreas
que rompen los tímpanos.
Sabiendo como sabemos que la crisis está asentada en casi
todos los países del mundo, lo menos que podía hacer el
líder pepero era atenuar la exposición de la crisis y no
recargar las tintas con frases que no entran en la lógica
más ética del mundo político.
Que ataque a Rodríguez Zapatero en el Congreso de Diputados
pase; pero que lo haga con un puñado de compadres… convierte
al propio Mariano Rajoy en una maruja de barrio marginado.
La crisis causa estragos en España, tanto como en el resto
de países. La política liberal del gobierno conservador,
entonces, atrajo al país a muchas empresas extranjeras que
tuvieron terreno abonado para sus prácticas industriales y
comerciales sin freno. Ahora, cuando son los socialistas los
que nos gobiernan, pagan los platos rotos arrojados con
desdén por aquél gobierno sobre la conciencia de los
españoles.
Que ataque a Rodríguez Zapatero culpándolo de los desastres
económicos del país… no deja de ser un ataque de rabia de
los muchos que tienen los peperos desde que perdieron por
dos veces las elecciones.
Prefiero que nuestro Gobierno continúe con su política de
expansión del Estado, como un mal menor, a que los
empresarios y los ricos engrosen más aún sus arcas en
perjuicio del ciudadano con las propuestas que tienen en
cartera Mariano Rajoy -abaratar el despido, bajar impuestos
a los empresarios pero no a los trabajadores a los que les
baja o congela el salario, reducir la aportación empresarial
a la Seguridad Social, etc.- porque ello llevaría
irremediablemente a que el país representado por los
trabajadores sea más pobre aún.
Si el resto de líderes europeos pertenecientes al PP de su
respetivo país, se suman a esa exposición falaz… serían
todos unos mafiosos de alta alcurnia.
¿Por qué no pregunta Rajoy a los demás líderes compadres por
el PIB de su respectivo país? ¿Por qué no hurga en las
narices de los demás países y se pone a parir al nuestro?
¿Se considera patriota Mariano Rajoy?, yo creo que no.
Un español que echa pestes contra otro español en un país
extranjero, ni es español ni es nada… es un hijo de puta que
no le llega ni a la suela de los zapatos.
Recuerden que Rodríguez Zapatero defendió a Aznar en cierta
cumbre Iberoamericana, y eso que tenían el odio como escudo.
Eso es defender a la patria.
Mariano Rajoy ha llevado su campaña para las elecciones al
parlamento europeo más lejos de lo que la moral política
aconseja y además ha hablado en unos términos horribles,
como si creyera que los peperos de Europa van a votar a los
candidatos peperos de España. Lamentable estampa que nos
deja a nosotros, los españoles, en ridículo ante los
ciudadanos del resto de países del mundo… se preguntarán si
elegimos esa clase de gente.
Espero que Rodríguez Zapatero agote las arcas estatales en
favor de los ciudadanos para que, cuando Rajoy llegue a
gobernar, tenga que sudar la gota gorda para volver a
llenarlas y de paso el de sus compadres. Cada Gobierno con
su proyecto.
En fin, suspiro tranquilo y me bebo mi Jack Daniel’s como si
hubiera descargado un peso de encima.
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