Suelo hablar muy a menudo con el
coordinador de Izquierda Unida en Ceuta. Coincidimos muchas
veces en el barrio donde vivo. Y puedo decir que está
siempre dispuesto al diálogo. Me consta, pues, que vivió
momentos estupendos cuando se hizo firme la alianza de su
partido con la UDCE.
Mohamed Haddu ‘Musa’ y Mohamed Alí hicieron
todo lo posible por la coligación de sus partidos, en su
día, tras analizar fríamente las ventajas que cada uno
obtenía de ella. De modo que comenzaron la alianza bajo el
signo inequívoco de la alegría y los buenos deseos de
concordia parecían ser la nota predominante.
Al cabo de cierto tiempo, Musa, político veterano, aunque
poco dado a darse pote, debido a que conoce sus
limitaciones, se percató de los muchos vaivenes que estaba
dando su socio Alí. Y cuando decidió opinar al respecto,
recibió por respuesta un comentario malévolo: “Lo que tiene
que hacer es hablar menos y estar agradecido por ser
diputado”.
Aquella respuesta, desagradable en extremo, hizo mella en
Musa. Quien, aunque herido en su amor propio, trató por
todos los medios de hacerse el sueco. Ya que no es persona
dada a los desencuentros por el mero hecho de darle
satisfacción a su orgullo.
Pero Musa, que de tonto tiene un pelo, sí percibió muy
pronto el interés que su acta de diputado había despertado
en Juan Luis Aróstegui: Coordinador de Política
Municipal del PSPC. El coordinador de IU -en Ceuta- cayó en
la cuenta muy pronto de que Aróstegui se estaba trabajando a
Alí para ocupar el sitio de IU en las próximas elecciones.
También terminó por enterarse de los denuestos que recibía
cada dos por tres por parte de los dirigentes del PSPC. Y
supo muy pronto que lo tachaban de ser un cero a la
izquierda que se estaba aprovechando de las siglas de la
UDCE para ocupar un escaño en la Asamblea.
A partir de ahí, nombrarle a Aróstegui era para Musa como
nombrar la soga en casa del ahorcado. Y eso que aún no se
había anunciado el pacto entre la UDCE y el PSPC para que
miembros de esta formación pudieran estar presentes en los
Consejos de Administración de las Sociedades Municipales.
Cuando se hizo público ese acuerdo, Musa protestó ante Alí.
Y le dijo que con esa decisión apresurada se les faltaba el
respeto a los votantes. Y puesto ya a desahogarse no pudo
más que recordarle las malas palabras que tuvo Aróstegui
contra los musulmanes de Ceuta en los años ochenta. Y le
enumeró las malas gestiones realizadas en el Ayuntamiento
por quien fuera concejal de Hacienda. Hizo hincapié en la
situación de la Caja de Ahorros. En el hundimiento de la
Agrupación Deportiva Ceuta. Y asimismo le recordó la
actuación del secretario general de Comisiones Obreras en lo
tocante a Continente, entre otras cosas.
El miércoles, hablando con Musa, éste no se cortó lo más
mínimo a la hora de catalogar al PSPC. “La mayoría de sus
miembros pertenecen a una clase de personas privilegiadas en
las que hombres y mujeres gozan de unos empleos magníficos.
Son progresistas de salón. Aunque muchas de ellas, cuando
llegan las elecciones, votan al PP”. Ah, se me olvidaba,
dice el coordinador de IU, gracias a Francisco Márquez
le ha sido imposible a Aróstegui convertirse en asesor de
Vivas. Y anda... bueno, tú ya sabes.
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