Los hechos denunciados tuvieron lugar el 24 de marzo, sobre
las tres y media de la tarde, en la zona de preembarque de
vehículos de la Estación Marítima cuando los agentes de la
Guardia Civil interceptaron 21 kilos de hachís en el
depósito de combustible del vehículo del acusado.
Según explicaron los agentes de la autoridad, el vehículo
estaba muy perfumado, “como para ocultar algún olor”, con la
cerradura de la llave manipulada, sin cableado colgante pero
“tal cantidad de hachís se hubiera notado en el depósito
porque tardamos entre 20 y 40 minutos en sacarla”.
La versión de los hechos del acusado, calificada por la
representante del Ministerio Fiscal como “una película de
ciencia ficción”, nada tenía que ver con la de la Guardia
Civil. Según este, llegó a Marruecos el día 19 porque había
quedado con una mujer. “Estoy prometido pero los padres de
mi futura esposa, también de origen marroquí, no le permiten
tener sexo hasta después del matrimonio. Por mi adicción,
conocí a otra por el messenger y quedé con ella porque,
además, me salía gratis”. A dicha información le añadió que
no cruzó con su vehículo la frontera del Tarajal sino que
fueron a buscarle, la mujer con la que había quedado y sus
amigos. “Dejé el coche en la Barraca y a los dos días sus
amigos me dijeron que iban a ir a verlo para asegurarse de
que no le había pasado nada. Sólo les dije que no lo
cogieran si no estaba multado”. Luego, los tres hombres
intentaron pactar la venta de dicho coche pero no se pudo
llevar a cabo porque estos, le contaron al acusado que lo
habían cogido ya y que no lo compraban.
Por estos hechos, la fiscal pidió tres años y ocho meses de
prisión para el acusado mientras que la defensa solicitó la
libre absolución de su cliente.
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