Sin ninguna duda, cuando se nos
concede la posibilidad de decidir quien nos representará en
el Parlamento Europeo durante la próxima Legislatura es el
momento de aclarar nuestras ideas reflexionando respecto a
las problemáticas que afectan a los españoles en estos
momentos y por supuesto, en relación a la capacidad de
respuesta de nuestros gobernantes.
En primer lugar, debo recordar que hemos alcanzado una cifra
que supera los 4.000.000 millones de desempleados. La tasa
de paro durante el primer trimestre de 2009 repuntó casi 3,5
puntos, hasta el 17,36%, alcanzando su valor más alto en 11
años, según los datos extraídos de la Encuesta de Población
Activa hecha pública por el Gobierno de la Nación. En
contraposición, durante el cuarto trimestre de 2004, último
Ejercicio de un Gobierno del Partido Popular, el número
total de parados no superaba los dos millones, la tasa de
paro se situaba en el 10,38%, la ocupación se situaba en
17.323.300 personas y solo se hablaba de crecimiento
respecto al trimestre anterior.
También, es momento de recordar la precaria situación del
sistema nacional de protección social motivada por dos
cuestiones fundamentales; una nefasta gestión económica
dirigida por quien nos ha llevado, por segunda vez, a la
misma situación, Pedro Solbes y como consecuencia, un
excesivo número de personas desempleadas que no pueden
aportar nada a este sistema. Debo señalar, que la llegada al
Gobierno del Partido Popular no significó la desaparición de
nuestro sistema de protección social tal y como auguraba el
partido socialista sino, el afianzamiento del sistema.
Por tanto, datos e informaciones que certifican la demagogia
utilizada por quienes pretenden argumentar su campaña
electoral en la crítica destructiva hacia sus oponentes
políticos en vez de, basarla en el anuncio de la adopción de
las medidas correctoras que den respuesta a nuestra precaria
situación socio económica. En definitiva, los españoles
tenemos la oportunidad de responder adecuadamente a la
inoperancia de un Gobierno que nos ha llevado al pozo más
profundo. La verdad solo tiene un camino.
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