Recién llegado de Madrid y teniendo todavía en su mente
los fastos de la pompa del viaje oficial a España del
presidente francés, Nicolás Sarkozy, y su esposa, Carla
Bruni, aterrizó ayer en Ceuta Juan Manuel Del Hierro
Rodrigo. Este comandante de Infantería participó en las
Jornadas de Geopolítica y Geoestrategia de la UNED donde
narró sus vivencias en la misión de la Unión Europea en el
Congo.
Del Hierro encarna como pocos la figura del
soldado-humanitario. “Recuerdo que en los ratos libres que
teníamos en el Congo, las tropas españolas establecían
contacto con las ONG y los misioneros para ayudar”, apuntó
en uno de los pasajes de la entrevista concedida a EL
PUEBLO.
Pregunta.- ¿Durante cuanto tiempo estuvo destinado en misión
en el Congo?
Respuesta.- Fueron cinco meses de gran intensidad a lo largo
del año 2006.
P.- ¿Cuál era su misión durante el tiempo que estuvo
desplegado en el Congo?
R.- Estuve destinado en el cuartel general de la fuerza de
la Unión Europea en el Congo. Era un cuartel multinacional
que estaba en el centro de operaciones combinado. Dentro se
hacía el planeamiento. Allí era jefe de la Célula de
Situación. Esta estaba compuesta por un alemán, un italiano,
un francés y un español, sobre los que yo mandaba. Mi misión
era mantener informado en el día a día al comandante de la
fuerza. Dar cuenta de las operaciones desarrolladas y las
incidencias acaecidas.
P.- La del Congo fue la primera operación militar fuera
del continente por parte de fuerzas de la Unión Europea.
Dado su carácter primerizo ¿Notó que hubo cosas que no
salieron tan bien por ser una experiencia iniciática?
R.- Bueno eso hay que reconocer que fue así. El planeamiento
finalizó y luego el despliegue sufrió una serie de retrasos,
pero que no fueron significativos para el cumplimiento de la
misión. Una vez desplegados en el Congo nos fuimos haciendo
al clima y también al idioma. Porque el idioma en el ámbito
de la Unión Europea es el inglés, pero allí en el Congo
había que usar el francés para hablar con la población. Los
retrasos fueron sobre todo logísticos. Las necesidades que
teníamos sobre el terreno se cumplieron satisfactoriamente
pese a ello.
P.- ¿Cuál fue la situación que se encontró en el Congo?
¿Qué clase de conflicto permanecía latente?
R.- Congo ha tenido históricamente bastantes conflictos,
sobre todo de tipo étnico aunque también separatista. Allí
nos encontramos con una situación volátil, muy poco estable
en un periodo en el que se iban a celebrar unas elecciones
presidenciales. Esta situación generaba riesgos para la
integridad de la población de aquel país y de las fuerzas de
la Unión Europea y las Naciones Unidas.
P.- ¿Cómo fue su experiencia allí?
R.- Las experiencias de este tipo tienen dos facetas. Por un
lado está la profesional. Participar en este tipo de
misiones es muy enriquecedor, tanto para los oficiales, como
para los suboficiales y la propia tropa. Por otro lado está
la componente vital o personal, que para mí es la más
importante. Encontrarte con situaciones sumamente difíciles
para una población. Eso evidentemente te hace reflexionar.
Pensar y valorar lo que tienes, el orden que existe en
Occidente. La misión en el Congo ha sido para mí una de las
experiencias más importantes que he tenido. Luego para mí ha
sido importante descubrir a personas que no siendo
congoleses han dedicado su vida a ayudar a la población en
esa situación negativa que viven. Estoy refiriéndome a las
ONG o a los religiosos. Aunque la misión era garantizar la
seguridad durante los comicios, sin embargo el contingente
español, en los ratos libres fue capaz de no dejar de lado
esa faceta humana que por otro lado siempre ha caracterizado
a nuestras tropas. Hicimos una serie de contactos para
llevar a hospitales y colegios ayuda humanitaria. El jefe
del Estado Mayor de la Defensa estuvo en Kinshasha
entregando una serie de víveres y material escolar y
sanitario a las Misioneras Franciscanas de María.
P.- Imagino que aparte de su misión en África habrá
tenido la oportunidad de acudir a otros puntos de conflicto
R.- He tenido mucha suerte porque tuve la oportunidad de
participar por primera vez en una misión en el marco de la
ONU con la agrupación táctica Málaga, que fue la primera en
entrar en el conflicto de Bosnia en 1992. Una agrupación que
tenía una importante representación de unidades de Ceuta.
Fue mi primera experiencia. Nos encontramos un país
totalmente roto, sumido en una guerra civil. Para mí fue
impactante encontrarme con esa situación. Luego, en 1997
tuve ocasión de participar en una misión, también en Bosnia,
pero ahora en el marco de la OTAN. Allí fui oficial de
enlace integrado en el cuartel general multinacional
salamandra que estaba en Mostar. Fui oficial de enlace entre
los serbios y las fuerzas de la OTAN, lo que fue para mí muy
enriquecedor. Pude comparar la evolución de la situación
entre 1992 y 1997. Ello me permitió ponerme por momentos en
la piel de los serbios en este conflicto. Después en el año
2004 como componente del cuartel general de la Brigada de la
Legión estuve desplegado en Irak como parte de la Brigada
Multinacional Plus Ultra 3 que luego se transformó en una
unidad que se denominó CONAPRE cuando recibimos la orden de
retirar las tropas españolas de aquel país. Dentro del
cuartel general fui el responsable de la célula de planes. Y
finalmente la actuación en el Congo.
P.- ¿Dependiendo del conflicto o la zona a la que vaya
uno va mentalizado de una forma u otra?
R.- Sí porque afortunadamente los contingentes tienen un
periodo de preparación antes de su despliegue. Esa fase
previa es de preparación, adiestramiento y de integración.
Esa fase dura un mes o mes y medio. Durante ese tiempo se
desarrolla una labor muy intensa de conocimiento de la zona
donde se va a desplegar. Con lo cual cuando uno llega está
más que mentalizado. Luego la realidad supera con creces lo
que uno se imagina cuando se está preparando.
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