El diputado del Partido Popular (PP) por Melilla, Antonio
Gutiérrez, pidió que la unidad de Endocrinología Infantil,
que contará con tres especialistas que se desplazarán cada
cierto tiempo desde el Hospital Carlos Haya de Málaga, tenga
una “periodicidad estable”. De este modo, Gutiérrez
reivindicó que esta medida, anunciada la semana pasada por
el delegado del Gobierno, Gregorio Escobar, sea permanente
en el tiempo y no provisional, como había venido ocurriendo
hasta ahora.
Para que esta unidad opere de manera permanente en Melilla,
el diputado por Melilla consideró necesario que “no queden
flecos” en los Presupuestos Generales del Estado (PGE), en
los que el Ministerio de Sanidad debería reflejar la partida
económica necesaria para el funcionamiento de la nueva
unidad de Endocrinología Infantil.
De hecho, el parlamentario popular aseguró que realizará un
seguimiento de este asunto y lo intentará incluir en la
negociación de los PGE, habida cuenta que Melilla, junto con
Ceuta, son las únicas autonomías que no tienen transferidas
las competencias sanitarias y éstas dependen del Ministerio
de Sanidad.
Gutiérrez dijo “alegrarse” y “felicitarse” por el anuncio
efectuado por el Gobierno central, que atribuyó a la
interpelación que presentó hace varios días, haciéndose eco
de la reivindicación de la Asociación de Diabéticos de
Melilla (Adimel). Sin embargo, afirmó que “no es cuestión de
que nadie se ponga medallas”, ya que “en todo lo que sea
aumentar el grado de calidad asistencial de los pacientes de
Melilla, el Gobierno encontrará al PP”. “Sanidad y Defensa
son materias de Estado donde caben pocas frivolidades”,
añadió.
Iniciativas parlamentarias
Así, el parlamentario avanzó que presentará varias
iniciativas parlamentarias respecto a este asunto, entre
ellas una pregunta para que el Gobierno informe sobre la
evolución de las consultas derivadas al Servicio de
Endocrinología de Málaga entre 2006 y el primer trimestre de
2009, y cuántas de esas evacuaciones eran de primera
consulta.
Gutiérrez también preguntará cuál es la patología más
frecuente de los niños derivados al servicio de
Endocrinología, y si el Gobierno ha ultimado alguna
alternativas presupuestaria que permita contar con un
endocrino en Melilla.
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