Lo de poner nombre a las calles
queda como muy bonito, dependiendo de quienes sean los que
los ponen y a quienes se las ponen.
Se presupone, que es mucho presuponer, que cuando se le da
el nombre de alguien a alguna calle, es que esa persona ha
hecho algo importante por esa tierra, donde su nombre va a
quedar reflejado para la posterioridad, como homenaje a los
méritos contraídos en su trabajo favor de esa ciudad, aún
cuando no sea la de su nacimiento.
En la mayoría de las ocasiones, se les ponen nombres a las
calles de personalidades que han destacado por su labor a
favor, de la cultura, de las letras o de las ciencias. Y,
por supuesto, todos estamos de acuerdo en ponerle el nombre
de una calle, a grandes pintores, literatos o hombres de
ciencia, que con su hacer han dejado un legado a la
Humanidad.
No tiene nada de extraño que en muchas ciudades y pueblos de
España nos encontremos nombre de la categoría de Fleming,
Ortega y Gasset, Picasso, Dalí, Quevedo, Cervantes, Marañón
que tanto hicieron por la cultura y en favor de la
Humanidad, junto a nombres de personalidades, que desde el
puesto que ocupaban en la sociedad, realizaron un gran
trabajo en favor de esos pueblos.
Aunque en algunas ocasiones, por considerarlos hombres
contrarios, a sus pensamientos o ideas políticas, en el
supuesto que existan esas ideas, que es mucho suponer los
que gobiernan, en esos momentos, se les haya quitado la
calle que llevaba su nombre, sin tener en cuenta su trabajo
en favor de ese pueblo.
Aquí, mismamente, sin irnos más lejos, se le quitó la calle
que llevaba su nombre, a don Alfredo Galera, cuando fue
quien consiguió ese veinticinco por cierto del plus de
residencia para los trabajadores de Ceuta y Melilla. ¿Era
motivo suficiente que fuese militar, para quitarle esa calle
a quien había conseguido que los trabajadores ceutíes
ganasen más dinero cada mes por vivir en esta tierra?. La
verdad, dejando aun lado todo ese cuento chino que algunos
se han inventado, no lo entiendo. ¿Usted lo entiende?.
Como este caso, seguramente habrá muchos más en todos los
pueblos de España, donde se les quita el nombre a la calles
sin razón alguna para hacerlo. Mientras se le dan otros
nombres que jamás hicieron nada por esas ciudades o esos
pueblos de la geografía española.
Sin entrar en debate alguno, allá cada uno con sus
problemas, sobre la razones que han llevado a los mandas de
Sevilla a quitarle el nombre de la calle a Merry que, por
cierto, nada tiene que ver con el que fuese capitán general
de aquella región, sino con su padre, me extraña muchísimo
que la calle general Merry su nombre haya sido reemplazado,
dándole el nombre de esa calle a la actriz Pilar Barden.
Y digo que me extraña, porque desde mi particular, personal
e intransferible punto de vista esta señora, con todo mi
respeto, no ha hecho nada destacable para que Sevilla, para
que por gratitud de su tanto hacer por la ciudad de la
Giralda le pongan su nombre a una calle. Manda… la cosa.
¡País!
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