El próximo mes de Mayo, los chicos
y chicas de 60 países de todo el mundo, volverán a hacer el
examen del Informe Pisa, pero con la novedad de una nueva
competencia: este año medirá, por primera vez, las
capacidades de los alumnos para manejarse en la era digital
a través de una prueba de lectura en formato electrónico,
que se sumará los exámenes que se han hecho hasta ahora
(matemáticas, ciencias, lectura) y que han provocado
enconados debates en ediciones anteriores por los mediocres
resultados obtenidos por España. Las notas de esta cuarta
edición llegarán en el 2010.
Conviene conocer que el Informe Pisa lo propone la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), foro de los países más ricos del mundo.
No todos los países participantes en PISA 2009 evaluarán a
sus alumnos de esta nueva competencia, debido a que es
bastante caro por los recursos técnicos y humanos que
requiere. Lo harán 17 países, entre ellos, España, Francia,
Corea del Sur, Japón…
Se trata de medir los recursos necesarios para “ acceder,
manejar, integrar y evaluar información; construir nuevos
conocimientos a partir de textos electrónicos”. Los
resultados de esta prueba se ofrecerán de forma
independiente de la lectura impresa. En España participarán
unos 2.100 alumnos de los 25.000 que harán las pruebas.
Dispondrán de 40 minutos para completar 27 preguntas, a
diferencia de las dos horas que tienen para completar las
pruebas sobre papel, de matemáticas, ciencias y lectura.
Cada año, la prueba tiene más preguntas sobre una de ellas,
y esta vez será la lectura.
Si nos situamos en el Informe Pisa anterior, 2006,
-recordemos que su aplicación se realiza cada tres años- la
media de los alumnos españoles en lectura cayó 20 puntos
respecto a la prueba anterior, la mayor bajada de todos los
países participantes. Indudablemente que el dato fue un
varapalo para nuestro sistema educativo, en permanente
cuestión y en continua búsqueda de soluciones, a través de
sucesivas leyes.
Conviene conocer que PISA se centra cada año en una de las
competencias, la cual acapara la mayoría de las preguntas de
las pruebas, por lo que los resultados de lectura en 2003 y
2006, aunque son un referente, no son directamente
comparables con los de 2000, que si tuvo como centro la
capacidad lectora de los alumnos y alumnas de 15 años.
Pero, en 2009, la prueba se vuelve a centrar en ella, así
que no hay excusas, y PISA decidirá, o no, si los alumnos
españoles son tan malos en lectura. Y aunque aceptemos las
explicaciones oficiales, que dicen que los resultados no son
mediocres, sino que están muy cerca de la media y de los
países de su entorno, PISA 2009 podría confirmar algo
igualmente o más preocupante: si los resultados van a peor
en esta capacidad instrumental, necesaria para acceder a
cualquier otro conocimiento. Aunque podría mejorar.
Es la cuarta edición del Informe PISA, y coincide con su
máximo esplendor, tanto a nivel mundial como en España.
Globalmente, los participantes han llegado ya a los 60
países del todo el mundo, habiendo empezado en el 2000 con
32 estados. En España participarán la mayoría de las
Comunidades Autónomas. Sólo se quedan fuera Extremadura,
Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. En 2003 sólo se
presentaron Castilla-León, Cataluña y País Vasco.
Conviene recordar que el último “Informe Pisa” situó a
España por debajo de la media de la OCDE. Con respecto a los
factores que explican la situación de España, en primer
lugar se detecta una preocupante falta de recursos
económicos, aunque ello no significa garantía de éxito. Es
el caso de Finlandia que invierte por debajo de la OCDE y
tienen mejores resultados. En segundo lugar, otro factor muy
preocupante es que la escuela en España todavía opera en un
ambiente muy restringido, siendo uno de los sistemas
educativos más regulados, más allá de las competencias de
cada Comunidad Autonómica, es decir, los centros educativos
tienen poca autonomía.
Recurriendo a la opinó del responsable de Educación de la
OCDE, A. Schleichet, en España existe otro problema: en
pocos años se han cambiado varias veces las leyes
educativas. Y la educación sólo se mejora con estrategias a
largo plazo. Obviamente, si las leyes cambian varias veces
en pocos años, la ley sólo pasa por encima de las escuelas y
nada cambia sobre el terreno.
Es evidente que hoy en día las leyes y regulaciones son
necesarias, pero no son suficientes para el éxito de la
educación. El éxito se logra consiguiendo que los alumnos y
profesores estén motivados. También hay que apostar por la
educación individualizada y evitar segregar a los alumnos
por sus resultados académicos. La repetición de curso es
poco eficiente.
Es conveniente, por otro lado, la motivación de los
profesionales de la enseñanza, y, la mayor autonomía de los
centros. Sobre la primera cuestión es indudable que la
mejora salarial es importante, pero no es la más, ya que es
fundamental para los profesores que se cree un entorno de
trabajo atractivo, que puedan colaborar entre ellos, que
exista un flujo de comunicación entre profesores, y que no
se les diga “esto es lo que debes enseñar”, sino, “esto es
lo que deben aprender…”
Con todo ello, con PISA 2009 llegará la hora de la verdad ya
que ofrecerá, sin excusas la evolución del sistema educativo
español y mapa detallado sobre su funcionamiento en cada
región. Y, por supuesto, su comparación con el resto del
mundo.
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