La presidenta Digmun, Maribel Lorente, mostró ayer no del
todo convencida su deseo de que la Ciudad Autónoma atienda
la reclamación que ha presentado contra la decisión de
recortar a 900 euros la subvención que venía recibiendo
durante los últimos años para dar clases de español a
mujeres transfronterizas.
La máxima responsable de la Asociación por la Dignidad de
las Mujeres y los Niños (Digmun), Maribel Lorente, aguarda
aún la respuesta que dé la Ciudad Autónoma a la reclamación
que ha formulado contra la decisión de la Comisión de
Baremación de subvenciones de la Consejería de Educación y
Cultura que redujo de casi 6.000 a menos de 1.000 euros
anuales la que esta entidad percibía para ofrecer clases de
español a mujeres transfronterizas.
En declaraciones a este periódico Lorente recordó que desde
la constitución de Digmun, en 2005, esta ha venido
acogiéndose a las convocatorias de subvenciones del
departamento que dirige Mabel Deu. “Con el paso del tiempo
ha ido aumentando el número de mujeres que atendemos en las
clases de español, ya que no estamos hablando de las de
alfabetización”, explicó la presidenta, “hasta llegar a las
40 que asistían a clase actualmente con una lista de espera
de otras 30”.
“Este año la subvención de la Ciudad llegó hasta diciembre,
pero para no parar el año escolar y contando con que la
ayuda se renovaría seguimos dando las clases con recursos
propios y personales que íbamos a recuperar ahora”, apuntó
Lorente, “hasta que hemos sabido del recorte de la misma,
que con esta cuantía no llega ni para los bolígrafos y nos
ha obligado a prescindir de la profesora que, a media
jornada, impartía las clases”.
Digmun negó que haya reformulado su proyecto inicial como
otros años, en los que se les solía conceder la mitad del
dinero solicitado, sino “reclamado” contra la decisión de la
Comisión. “Hemos suspendido el taller obligadas y si hubiera
otra entidad o institución que diese este servicio no nos
importaría tanto, porque lo importante es que las cosas se
hagan, no quién”, amplió Lorente, quien reconoció que si
bien hay alternativas en lo que a clases de alfabetización
se refiere “sobre clases de español no”.
“Esperamos que se tenga en cuenta el servicio social que
prestamos porque la educación no se le puede negar a nadie y
porque si se lo brindamos a este colectivo de mujeres nos
beneficiamos todos”, concluyó sobre las atendidas, en su
mayoría empleadas de hogar.
Lorente reconoció que Digmun recibe ayudas de diferentes
consejerías e instituciones, algo “perfectamente lógico”,
pero negó que con unas se puedan pagar otros proyectos.
“Cada una se pide para un taller y es ese el que debe
financiar”, recordó.
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“Agradecemos a UDCE-IU la propuesta para la
Medalla de la Autonomía, que ha sido un estímulo extra”
Lorente “agradeció” ayer que UDCE-IU
haya propuesto a Digmun para recibir la Medalla de la
Autonomía y reconoció que “dado el momento de crisis de
recursos que atravesábamos en ese momento [el miércoles
pasado] nos ha servido como un estímulo extra”. “Es un
reconocimiento que no vamos a desechar y que valoramos, pero
el que realmente nos llena es el de las mujeres que nos
agradecen nuestra preocupación por su educación o por la de
sus hijos”, argumentó Lorente, quien tuvo palabras de estima
hacia Ali la propuesta.
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