El representante del Ministerio Fiscal pide dos y tres años
de cárcel, respectivamente, para tres sujetos por un
supuesto delito de robo con fuerza en las cosas, en este
caso, del cajetín de una cabina de teléfono en Benzú. Los
imputados manifestaron en el juicio no saber nada de los
hechos mientras que la Guardia Civil alega que los vio en
las cercanías.
Los hechos denunciados se produjeron en la madrugada del uno
de abril en los aledaños de Benzú, con el robo de una cabina
telefónica, en concreto, del cajetín de las monedas.
Según explicaron ayer los acusados durante el juicio oral,
ninguno de los tres tuvo nada que ver con los hechos, además
de discrepar en todos los detalles facilitados por los
agentes de la Guardia Civil. Dos de los imputados
manifestaron que sobre las dos de la madrugada, los agentes
les pararon en la carretera cuando circulaban en su vehículo
para preguntarles por un coche rojo, y ellos afirmaron no
haberlo visto o no reconocer el color. El otro de los
imputados explicó que, sobre las doce y media de la noche
del citado día, se marchó para su casa y que, al día
siguiente, averiguó en el barrio que la cabina había sido
robada por dos marroquíes que luego tiraron el cajetín a un
aljibe del puerto, lugar donde posteriormente se encontró.
Por su parte, los agentes de la Guardia Civil manifestaron
todo lo contrario. “Recibimos la llamada de una vecina
contando lo ocurrido y cuando llegamos a la zona, en la
calle paralela a la cabina, vimos a los tres acusados. Los
dos del coche intentaron la marcha pero no pudieron y los
detuvimos, llevando un soplete en el coche con el que
deducimos que pudieron quemar parte de la cabina. Otros dos
salieron corriendo y uno de ellos, el tercer acusado,
llevaba el cajetín en sus manos aunque los compañeros digan
que era un objeto pequeño y oscuro”.
El fiscal solicitó tres años de prisión para el imputado que
supuestamente llevaba el cajetín y dos años, para los otros
dos procesados. Los letrados de la defensa pidieron la
absolución ya que “las contradicciones entre los propios
agentes se han comprobado, no hay pruebas de cómo se robó la
cabina y nada que apunte a nuestros defendidos. Además, uno
dice que llevaban las sirenas puestas, el otro que no; uno
deduce pero nada lo prueba, por lo tanto no hay nada que
juzgar”.
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