Después del disparate del año pasado, cuando cada
representante en el uso de la palabra excedió los tiempos
establecidos para disponer de ella hasta doblar lo prescrito
en el Reglamento de la Cámara el presidente de la Ciudad y
los portavoces de los grupos de la oposición han alcanzado
un acuerdo para ceñirse a lo establecido y que el Debate
sobre el Estado de la Ciudad pueda terminar antes de la
tarde.
Los diputados quieren irse a comer con los deberes hechos.
El Pleno se enfrenta hoy al segundo Debate sobre el Estado
de la Ciudad de la legislatura y después del desfase del año
pasado, en el que la presidenta de la Mesa Rectora, Rabea
Mohamed, aceptó ser flexible con todos los grupos después de
que el presidente se fuese cerca de la hora y media en su
exposición inicial todos los que subirán al estrado hoy han
pactado hacerlo con un ojo en el reloj.
Durante la última Junta de Portavoces los asistentes
pactaron implícitamente ser cuidadosos con los tiempos
prescritos en el Reglamento de la Asamblea para cada una de
sus intervenciones.
De esta forma la Sesión Plenaria Ordinaria de hoy, que
vendrá marcada por la crisis económica y la respuesta que la
Ciudad le ha dado, arrancará a las 10.00 horas y debería
terminar, si no hay contratiempos, a eso de las 15.00 horas.
¿Otro desliz?
Justo antes de que el presidente Vivas suba al atril central
del Salón de Plenos para exponer su exposición inicial la
Cámara acogerá la Sesión Plenaria que subsanará el error que
se produjo la semana pasada al no advertir nadie excepto la
portavoz socialista, Inmaculada Ramírez, que para conceder
la Medalla de la Ciudad en su categoría de Oro a la Policía
Local, algo que en lo que todos están de acuerdo, había un
trámite que cumplir: que fuese en Sesión Extraordinaria y
con ese asunto como único punto del Orden del Día.
Se supone que se trata de un error formal, o al menos así lo
interpretaron las fuentes consultadas en el Palacio
autonómico al respecto, pero la convocatoria formal de la
Sesión, firmada por la secretaria general de la Asamblea,
María Dolores Pastilla, que fue remitida ayer a los medios
de comunicación incurrió de nuevo en error y en lugar de
excepcional previó la convocatoria de una “Sesión Plenaria
Ordinaria”.
Tras el aparente trámite Vivas tendrá 30 minutos para
defender la gestión de su Gobierno. Después, en orden
inverso a su representación institucional, Ramírez (PSOE),
Ali (UDCE-IU) y Bel (PP) dispondrán de otro tanto para
contar su visión de los hechos.
Después de un descanso, también pactado, de 15 minutos,
Vivas contará con 45 para responder, de forma conjunta o por
separado, a cada portavoz de grupo, que a renglón seguido
tendrán 15 para darle la réplica. El presidente gozará de un
último turno de dúplica de 10 minutos.
La Sesión se interrumpirá entonces durante un máximo de
media hora para que los grupos presenten propuestas de
resolución razonadas y coherentes con lo tratado. Al
reinicio cada proponente tendrá 5 minutos para defenderla y
el Gobierno otros 5 para pronunciarse al respecto.
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