Los secretarios generales de los dos sindicatos
mayoritarios, UGT y CCOO, comparecieron ayer de nuevo ante
los medios de forma conjunta para pedir a los trabajadores
que abandoden sus casas, donde están “esperando no se sabe
qué”, según dijo Aróstegui, y salgan a la calle el próximo
viernes para dar “un aldabonazo” en la conciencia de las
Administraciones removiendo los momios y enfriando los
riñones de quienes las dirigen para recuperar valores de la
esencia sindicalista como justicia social, prevalencia del
trabajo sobre la especulación y un sistema económico viable
a largo plazo. “Las salidas a la crisis no pueden tener nada
que ver con lo que la originó”, le corroboró Gil, quien
aseguró que uno y otro trabajarán para mantener su unidad de
acción en el futuro.
Tras meses de trifulcas de salón los dos sindicatos de clase
más representativos, UGT y CCOO, escenificaron ayer a través
de sus dos líderes en la ciudad, Antonio Gil y Juan Luis
Aróstegui, en una comparecencia conjunta su retorno a la
unidad de acción. Después de que cada uno hiciese el 1º de
Mayo el año pasado por su lado la cruda crisis económica y
sus “dramáticas” consecuencias en forma de desempleo
volverán a juntarles el viernes a mediodía en la Plaza de
África para caminar juntos hasta la de los Reyes reclamando
una auténtica revolución social. Y económica. Y política.
“Esta convocatoria se da en un ambiente excepcional porque
la crisis económica que azota a nuestro país y al resto del
mundo diseña un panorama distinto al de otras ocasiones”,
explicó Aróstegui a los medios, a los que detalló que aunque
siempre se quiere dar un matiz “específicamente local” al 1º
de mayo “en esta ocasión es necesario participar de una
manera entusiasta en una movilización de ámbito
internacional en defensa de valores esenciales para el
movimiento esencial como la prevalencia del trabajo sobre la
especulación, un reparto más justo de la riqueza y un
sistema económico sostenible en el largo plazo y que no
genere tanta desigualdad”.
Minutos antes Antonio Gil ya había puesto paños calientes
sobre el pasado describiendo como un “pequeño esfuerzo” el
dejar de lado “pequeñas diferencias”. “Dos organizaciones
como estas estamos obligados forzosamente a entendernos y
trabajaremos para ello”, resumió dejando claro que “nunca
estuvo en peligro” por sus discrepancias “ningún derecho
laboral”.
El líder ugetista recordó a modo de prólogo que este 1º de
Mayo es, si cabe, más importante que cualquier otro por la
“prolongada y dura crisis que está cayendo”. “La patronal
quiere hacer pagar al trabajador con la pérdida de derechos
la receta que ellos creen que nos sacará de la depresión, en
la que no creemos”, acusó Gil, que advirtió de que una
reforma laboral que abarate el despido “nos pondrá en pie de
guerra”.
Aróstegui fue más extenso al hablar de la respuesta de
Zapatero a esas intenciones. “Compartimos con el Gobierno de
España el muro de contención que se está levantando frente a
quienes quieren aprovechar la ocasión para minar las bases
del Estado de Bienestar”, dijo sin sentar precedente elogió
a Zapatero: “Está resistiendo bien a los reaccionarios que
quieren salir ganando todavía más de la crisis”, dijo. Gil
le completó subrayando que si la crisis del sistema la ha
provocado la estructura del sistema financiero internacional
“no puede solucionarse con medidas que tengan que ver con el
origen de la misma”.
Impuestos para los ricos
A renglón seguido volvió a ser, claro, reivindicativo, y a
pedir políticas “más agresivas y ambiciosas” en beneficio de
la clase trabajadora. “Hay que poner en marcha mecanismos de
protección social, ampliar la cobertura del desempleo y
plantear abiertamente un incremento de los impuestos para
los más pudientes, recuperando el de Patrimonio y elevando
las tasas impositivas de las rentas más altas, para
financiar la inversión y trasvasar a los más débiles, que
son los que más sufren la crisis“.
A modo de epílogo pidió incluso “nacionalizar” la banca
porque, según dijo, “no basta con hablar de mecanismos de
control que se han revelado insuficientes”, y una política
“comprometida con los trabajadores, con la política social y
con los valores que pregona pero que a menudo no es capaz de
defender en la práctica”.
De vuelva al terreno local Aróstegui volvió a criticar la
“pasividad temeraria”, convertida ya en “irresponsabilidad
insoportable” de la Administración nacional y local, que a
su juicio “no han dado muestras siquiera de preocuparse por
los desempleados y por los que no tienen trabajo, por los
que no se sientan en los sillones cómodos que calientan con
el dinero de todos”. “Es vergonzoso sustituir el empleo por
la mentira, que es lo único que se dice en esta Ciudad”,
lamentó el líder comisionista, que repartió hachazos a la
Delegación por prometer que crearía 4.000 trabajos durante
este año y a la Ciudad, entre otras cosas, por “vender” un
Plan de Empleo “que se queda en 140 contratos de cuatro
meses o, en términos anuales, 40 puestos de trabajo”. “Nos
mintieron cuando dijeron que ampliarían las bonificaciones a
la Seguridad Social y las extenderían y cuando nos hicieron
firmar a bombo y platillo la Fundación Laboral de la
Construcción, que iba a resolverlo todo...”, completó
Aróstegui, que resumió la situación de la siguiente manera:
“Es la permanente mentira y burla de los ciudadanos y los
trabajadores, sentarse en el momio y aprovecharse de él
diciendo: el que no pueda chupar de la teta grande que se
aguante”, comparó.
“¿Esperando qué?”
“Alguna vez los ciudadanos tendrán que decir que hasta aquí
hemos llegado y exigir políticas activas de empleo y un
consenso social para recuperar la actividad económica”,
pidió el secretario general de CCOO, que criticó a quienes
se quedan en casa “esperando no se sabe qué”.
“Los sindicatos queremos un futuro económico posible y
positivo, que los jóvenes piensen en algo más que en entrar
en el ayuntamiento por enchufe, que Ceuta recupere las
claves de una ciudad en la que sea posible trabajar, con
empleo y futuro”, remachó el sindicalista. “Más empleo y
menos mentiras, ese es nuestro eslogan del 1º de Mayo, y por
eso pedimos a los trabajadores que piensen que su
participación es fundamental para dar un aldabonazo en la
conciencia de las Administraciones”, dijo.
Los saldos de la rueda de prensa sirvieron a Gil para
criticar a Mabel Deu por confundir en su última rueda de
prensa el Consejo de Diálogo Social que propugnaba UGT con
el Consejo Económico y Social. “Es grave porque quien
representa al Gobierno debe saber de qué habla”, lamentó
Gil, que coincidió con Aróstegui en denigrar el “nulo
compromiso” de la Ciudad con la salida de la crisis.
“Tenemos los mismos problemas que hace un año pero en fase
más aguda, y nadie ha hecho nada para corregirlo porque
tienen su riñón cubierto”, concluyeron.
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