LUNES. 20
Dos años va a cumplir José Antonio Rodríguez como
consejero de Gobernación. De manera que no tengo ningún
inconveniente en recordárselo hoy cuando nos vemos. Y, desde
luego, felicitarle porque cuando el presidente de la Ciudad
le encomendó semejante tarea muchos fueron los que le
auguraron una estancia corta en un cargo complejo. Pero,
hasta ahora, Rodríguez ha sabido capear el temporal. Y
aunque hubo momentos donde tuvo que pasar por los apuros
consiguientes, ha logrado hacerse con las riendas de una
consejería calificada de complicada y difícil. Se le nota en
la cara, y así se lo digo, que ha superado la prueba con
creces. Por más que él me responda que lo mejor es tocar
madera. Para que las cosas sigan el mismo cauce. Si bien me
reconoce que, durante la mitad del primer año como consejero
de Gobernación, tuvo que superar dificultades que parecían
destinadas a quebrantarle el ánimo. Rodríguez, además de ser
un hombre hecho en la universidad de la calle, actúa siempre
con naturalidad y sencillez.
MARTES. 21
A punto estoy de abandonar el Hotel Tryp cuando aparece
Pedro Gordillo acompañado por la consejera de Sanidad,
Adela Nieto, y Mohamed Chaib, asesor. Y trabamos
conversación en un santiamén. Una conversación exenta de
recelos pueriles y tiquismiquis de sacristía. Y es que
teniendo delante a Gordillo no cabe andarse con rodeos.
Pero, a pesar de ello, en un momento determinado acelero mi
pedal inquisidor y me encuentro con que el vicepresidente
del Gobierno no sólo aguanta el tirón sino que responde con
firmeza y sinceridad a mis pullas. Y opto por decirle lo
mucho que se me nota lo poco que lo he tratado. Casi nada.
Pues de lo contrario no habría dudado de la forma de ser de
quien es también presidente del PP de Ceuta. Y, a partir de
ese momento, la charla transcurre sobre otros asuntos aptos
para pasar el tiempo dedicado al aperitivo. En fin, que la
calle sigue siendo aula donde jamás se termina de aprender.
Por tal motivo, a mí me gusta transitarla.
MIÉRCOLES. 22
A la altura de la plaza de los Reyes hallo a tres personas
que viven intensamente todo lo referente a la Asociación
Deportiva Ceuta. Pido la vez para intervenir en la
conversación futbolística, y me la conceden con sumo gusto.
Ellos son Rafael García, Jaime Lloret y Enrique
Jiménez. Lo último que se delibera es si el Marbella
será capaz de mantener su privilegiada posición a costa de
que el Melilla pierda la oportunidad de jugar la promoción
de ascenso. Hecha las correspondientes cuentas se pasa a
hablar del equipo ceutí. De la necesidad que existe de
volver a contar con un presidente cuya personalidad sea la
que ayude a que la institución recobre su categoría. Y
tampoco se pasa por alto lo importante que sería disponer de
una persona con conocimientos suficientes para que el
entrenador de turno sepa que hay alguien a quien no se le
puede contar el cuento del alfajor. La conversación
transcurre por cauces tan entretenidos que el tiempo se nos
pasa volando. Cuando damos por finalizada la charla, paseo
unos metros con Enrique Jiménez, ‘Quique’. Y coincidimos en
muchas cuestiones acerca de cómo insuflarle vida a la ADC.
Pero no creo que sea el momento para airearlas.
JUEVES. 23
Sentadas a una mesa de la sala de estar del Hotel Tryp están
Inés López Silva, Encarnación García Jiménez y Anabel
Mendoza. Tras saludarlas, me cuentan que están
preparando todo lo concerniente al I Congreso Nacional
Asociación de Amas de casa Consumidores y Usuarios. Que se
celebrará en Ceuta durante los días 28, 29, y 30 de mayo.
Inés es presidenta provincial de Amas de Casa, y Encarna,
vicepresidenta, mientras Anabel me imagino que las estará
asesorando en cuanto a la organización de ese
acontecimiento. Con las tres me unen muy buenas relaciones.
Y si encima se declaran lectoras de ‘El Pueblo de Ceuta’, no
tengo más remedio que cederles este espacio. En realidad,
Inés siempre tiene palabras de elogios hacia mi persona. Al
igual que Encarna, extraordinaria mujer, viuda de Joaquín
Silva; mi siempre recordado amigo.
VIERNES. 24
Francisco Gallardo Martín, ‘Quico’ para los amigos,
era en sus años mozos un aficionado al fútbol que no daba
tregua a los entrenadores de la entonces Agrupación
Deportiva Ceuta. Era bueno como futbolista y gustaba de
reunirse con una panda de amigos para acudir a un fondo del
Murube y despotricar contra todo lo que no fuera de su
agrado. Yo lo padecí en mis carnes. Pero también es cierto
que al día siguiente en cuanto me lo echaba a la cara allá
que nos poníamos a charlar como si tal cosa. De aquel
tiempo, allá a principios de los años ochenta, viene el que
ambos sigamos manteniendo unas relaciones tan cordiales como
sinceras. Lo cual hace posible que en cuanto coincidimos,
aunque sea de higos a brevas, nos pongamos a pegar la hebra.
De modo que hoy, tras intercambiar comentarios variados, le
he preguntado si es verdad que Francisco Gallardo Sánchez,
su hijo, es tan buen periodista como a mí me han dicho. Pero
Quico, no sé si porque había cumplido su cupo de charla, me
dio un regate, marca de la casa, diciéndome que ya me
respondería después de la publicidad. Y me dejó con media
sonrisa pero sin la respuesta que yo esperaba.
SÁBADO. 25
Con Lucas González Cervantes suelo yo hablar muchas
veces. Tantas como solemos vernos en el Restaurante La
Pérgola. Pero hoy, durante mi paseo por el centro, lo
localizo cuando se dirige hacia el Casino Militar. Porque
los alumnos del Aula de Mayores, dedicada a la Pintura y
Manualidades de los Servicios Sociales, están exponiendo sus
cuadros. Y él forma de parte de ellos. Y allá que le
acompaño para que me explique todo lo concerniente a lo que
allí se muestra. Y me informa de los cuadros hechos a
carboncillo, a pastel, y al óleo. Y me indica cuáles son los
que más le gustan a él. Y compruebo la felicidad que embarga
a todos los artistas que se han dado cita en la sala para
recrearse en sus cuadros y hacer patente su alegría a los
visitantes. Por cierto, allí descubro la presencia de
Blanca Vallejo. Coordinadora de esta actividad. Y pego
la hebra con ella durante unos minutos. A propósito; Blanca
es mujer enjundiosa.
|