Hoy, por el jueves, es un día
especial en el que los libreros tratan de torear la crisis y
las gitanas colocar las flores a cinco euros, al menos por
esta parte del país.
Llevar al niño al cole ha dado ocasión a que descubra yo el
contubernio librero-florero que se ha montado, en un día que
la Iglesia celebra a Sant Jordi (San Jorge), a las
mismísimas puertas del colegio. Los niños no paran… ¡¡papá,
ese cuento no lo tengo!!; ¡¡mamá, mi amiga Loli tiene
“Cazadores de Fantasmones”, es igual a ese libro que está
ahí…!!, ¡¡cómpramelo!! Y así más o menos.
Ya vemos que las cosas van tomado un derrotero, previsible
por otro lado, que cambia las cosas religiosas dándoles una
versión más laicista.
De paso, hago una pregunta para que me la respondan
adecuadamente… ¿cómo es posible que den la categoría de
santo a un hombre asesino?, no solo por matar animalitos
(léase dragones, seis de los cuales escaparon a Ceuta).
Jorge de Capadocia hijo de Geroncio, un oficial del ejército
romano (finales del siglo III), y de Policromía, entró en el
ejército cuando le llegó la edad. Como en el ejército romano
ascienden rápidamente los que mejor se comportan en los
campos de batalla y en las invasiones, el joven Jorge
ascendió rápidamente a tribuno cuando el emperador
Diocleciano emitió un edicto autorizando la persecución
sistemática de los cristianos.
Como la vena de Jorge se había inundado de cristianismo,
decidió confesarlo a su césar y murió destrozado por la
tortura. La Iglesia declara que murió sin proferir una sola
queja y por ello mereció ser declarado Santo. ¿Cómo saben
que murió sin proferir ni ¡ay!?
Está enterrado en Lydda, por lo que no está en los cielos.
La leyenda del dragón, es eso: una leyenda y tiene el honor
de ser la leyenda precursora de los cuentos de hadas de toda
la vida.
Hasta en Japón tienen su San Jorge (Susano-oh, dios del
Trueno, siendo el dragón Yamata-no-Orochi).
La leyenda cuenta que un dragón impedía que los ciudadanos
pudieran coger agua del pozo donde había construido su nido
y para conseguir agua tenían que apartarlo diariamente
ofreciéndole un sacrificio humano (¡¡qué similitud con la
banca!!) hasta que le tocó a la hija del rey, la princesita
de todos los cuentos…
La Iglesia lo convierte en mito, dándo la interpretaciñón de
que San Jorge representa al creyente, el caballo blanco a la
propia Iglesia y el dragón los paganos, la idolatría, la
tentación y Satanás.
¡Jo!, idolatría… si eso es lo que hace la Iglesia, adorar a
ídolos ¿acaso San Jorge no es un ídolo?
Ídolo: imagen de una deidad o de un santo representada por
un objeto (escultura, pintura, etc.) y que es adorado o se
le rinde culto.
Satanás se ha levantado, estaba sentado en un rincón del
salón, ha mirado por encima de mi hombro para leer lo que
escribo y al llegar al último párrafo se ha cabreado… ¡mira
que compararlo con un dragón! Anda, si en Ceuta tenemos
cuatro satanases vigilando la Iglesia de San Francisco.
Como ciertas fuentes afirman que la leyenda ocurrió por las
cercanías de Libia (antiguamente toda África del Norte)…
¿quién puede negar que ocurriera en una peninsulita bien
conocida por todos?
Ya dentro del terreno terrenal, el Barça golea a los
sevillanos mientras un asesino juega en el “Madrí”.
Desaparecen tres frascos con un virus peligroso. La ministra
Salgado contradice a Solbes y afirma que hay margen fiscal.
Rosa Aguilar hace la “espantá” en IU. Detienen a un líder de
Al Qaeda (ya van cuatropecientos) en Irak. Corbacho la
emprende con las prejubilaciones (yo soy la excepción).
Marichalar se tira del lado de la Koplowitz después de
tirársela. España es condenada por no aplicar la ley de
protección al consumidor. Juan Marsé gana el Cervantes…
En fin, lo de siempre.
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