No todo el mundo puede decir en el mundo del fútbol que es
‘centenario’. Y menos, si el interlocutor se dedica a
entrenar. Porque, tal y como está montando el ‘circo’ del
balompié, pocos equipos tienen la suficiente paciencia con
sus técnicos para que estos alcancen los tres dígitos. Un
listón que el técnico de la AD Ceuta, Carlos Orúe, superará
el próximo domingo en el séptimo partido correspondiente a
su tercera etapa en la entidad caballa.
Preguntando por lo que significa para él la cita en el
Municipal de La Fuensanta, el preparador jerezano reconoce
que se trata de un guarismo que, “la verdad que no” esperaba
alcanzar. Para él, “era impensable, porque desde que empecé
a entrenar, un año o dos años ya era mucho”. Partiendo de la
base que “no me gusta quedarme mucho tiempo en un sitio”.
Desgranando que “hay que cambiar muchas cosas, y al cambiar
muchas cosas hay que tomar decisiones que no son
agradables”. Y ante esa perspectiva, “he preferido ser yo el
que se marchara”. No obstante, “otras veces me ha podido
interesar seguir en un equipo, pero ha habido cosas que no
me gustaban, jugadores que no quería y que tenían contrato y
antes de tomar esas medidas he preferido marcharme”.
Situaciones “que aquí en Ceuta” han ocurrido “exactamente
igual”. Sin embargo, la diferenca es “que he encontrado una
ciudad que me ha acogido siempre fenomenal, una directiva
que te deja trabajar”. Subrayando sobre este último aspecto
que “por esta junta directiva, lo vuelvo a decir, seguro que
a los 80 entrenadores de Segunda B y a muchos de Segunda,
les gustaría venir”.
A partir del domingo, medio en broma medio en serio, su
próximo objetivo será alcanzar los 200 partidos. “Yo aquí
estoy a gusto. Ya lo he dicho otras veces”. Recordando que
“mi tema deportivo pasa por lo personal”. Y “la cosa está
ahora mismo estabilizada”, ya que “estoy acompañado en Ceuta
y para mí es mucho más fácil”. Sin olvidar la importancia de
“estar en un equipo que aspira a lo máximo, y que seguro que
el año que viene va a hacer otro esfuerzo para hacer un
equipo competitivo para estar entre los de arriba”. Una
circunstancia que cataloga como “buena para cualquier
entrenador, y para mí mucho más, que conozco todo” lo que
rodea a la entidad.
Unos deseos de continuar la próxima temporada al frente del
vestuario ceutí que ya expresó con anterioridad, “pero lo
mismo digo, e insisto en ello, que la amistad que me une con
tanta gente aquí en Ceuta y con la junta directiva, es para
mí una desventaja”. Espetando que “yo no voy a presionar
para seguir aquí, ni mucho menos”. Valorando sobre su futuro
que “igual sigo aquí o igual no estoy entrenando en ningún
sitio porque no me interesa, aun teniendo ofertas. Pero que
no quiero que la directiva tenga un compromiso con Carlos
Orúe”, comenta. Dejando la puerta abierta a un supuesto como
que no continúe y que pudiera volver. “Insisto, si un día me
llaman porque falta un partido, yo voy a estar aquí, pero
que no voy a presionar, no voy a condicionar nunca”.
Recomendando a la directiva “que hagan lo que vean mejor
para el equipo, a mi me tienen en Jerez, y si quieren
preguntar por algún futbolista o quieren alguna gestión mía,
allí estoy a su servicio”, termina diciendo.
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“Después de ganar se aceptan mejor las exigencias”
Si el triunfo ante el Granada 74
sirvió para normalizar la situación, la goleada sobre el
Racing Portuense devolvió el buen ambiente al vestuario de
la AD Ceuta. Y es que, según Carlos Orúe, “todo viene de la
mano, y el hecho de ganar partidos, aunque el objetivo sigue
estando muy lejos, te hace afrontar lo que queda con más
alegría, con más tranquilidad”. Ahora “después de los
partidos que se han ganado, los jugadores aceptan mejor las
exigencias. Y ellos lo han aceptado, los partidos se han
afrontado con más intensidad”.
Los cinco goles del pasado domingo ante el Portuense han
devuelto la pegada. Aunque “cada partido es una historia” y
advierte que “en Granada también se podían haber hecho cinco
goles”. Y ante el Portuense, “cualquiera podía haber
tropezado” en el portero o en un defensa. “Esa es la
diferencia”. Y es que, “la semana de Granada yo estaba
contento”.
De cara al encuentro de Cuenca, buscarán “tres puntos que
nos sigan manteniendo con algo de vida todavía”, de cara a
lograr billete para la próxima edición de la Copa del Rey.
“Estamos en una línea buena para hacerlo y el rival también,
y no va a ser fácil”. Disertando que “el Conquense es un
equipo fuerte en su campo y poderoso a balón parado y en el
juego aéreo. Ve portería con facilidad y encaja también
muchos goles”.
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