La Fiscalía pide 3 años y 4 meses de prisión para un sujeto
por un presunto delito contra la salud pública. El acusado
manifestó desconocer la procedencia del hachís interceptado
en la rueda de repuesto de su coche mientras que el sobrino
del imputado, en calidad de testigo, reconoció que él había
introducido la droga sin decir nada.
Los hechos denunciados se produjeron el 8 de marzo, sobre
las ocho menos veinte de la tarde, en la zona de preembarque
de vehículos de la Estación Marítima cuando varios agentes
de la Guardia Civil decomisaron más de nueve kilos de hachís
en la rueda de repuesto del acusado.
Según este, “yo venía de Targuist y pretendía viajar a
Toledo. Yo no sabía que en mi coche había droga y no paré en
todo el trayecto salvo en Castillejos para hacer unas
compras. El día antes del viaje, dejé el coche en un
lavadero porque tenía fango”.
En calidad de testigo, acudió al juicio el sobrino del
acusado, que viajaba con él. Este confesó que había sido él,
el que había introducido la droga en el coche de su tío
“porque pensaba que no iría a la península; yo la quería
dejar en otro sitio. Pero no me dio tiempo a sacarla. Cuando
mi familia empezó a mirarme mal, decidí contar la verdad, ya
que metí la droga cuando el coche estaba en el lavadero
porque mi tío siempre lo deja abierto”.
El turno de los testigos concluyó con la intervención de los
agentes de la Guardia Civil quienes acreditaron que la droga
se encontraba en la rueda de repuesto del vehículo, situada
esta bajo la moqueta del maletero “sin percibirse daños
externos al coche, no daba la sensación de que estuviese
manipulado”.
Ante la nueva versión de los hechos relatada por el testigo,
el magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 decidió que
el caso regresara a la Instrucción para tomar declaraciones
al testigo pero en calidad de imputado.
|