Mi nombre es Suad y mi nacionalidad es marroquí, dejé mis
estudios hace mucho tiempo, sin darme cuenta de la
importancia del gran daño que me pudo causar esta ultima y
grave decisión.
Para no quedarme con los brazos cruzados ya que me hacia
muchísima ilusión trabajar en Ceuta; después de esperarlo
durante mucho tiempo al principio tuve muchísimas
dificultades para mejorar y perfeccionar mi nivel, porque no
había manera.
Hasta que surgió una casualidad muy agradable, un día a
través de una amiga. Me enteré de que existía una asociación
llamada Digmun que ayuda a las mujeres extranjeras a
aprender a leer y a escribir, para mi ese era un sueño hecho
realidad, sentí que la vida fue tan generosa conmigo,
ofreciéndome esta gran oportunidad y para liberarme de todo
aquello que no me deja ser yo.
¡Qué bonito sentirme de nuevo alumna! Con mi cuaderno y mi
carpeta en la mano y que al llegar al colegio encontrar a
nuestra profesora recibiéndonos con alegría y con mucho
cariño explicarnos los deberes.
Yo siempre dije que no hemos llegado a esta vida solo para
comer y dormir, sino para aprender luchar y demostrar que
somos capaces de aceptar y afrontar la realidad sea cual
sea. ¡Quiero hacer lo que deje pendiente antes de que sea
tarde!
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