El número de aves migratorias que cruzan el Estrecho de
Gibraltar durante los periodos de migraciones ha descendido
en los tres últimos años en la zona del Estrecho de
Gibraltar como consecuencia de los efectos del cambio
climático.
Según ha explicado José Navarrete, del grupo de anillamiento
CHAGRA, durante los últimos años se ha producido un notable
descenso en el número de aves que cruzan el Estrecho como
consecuencia de una modificación medioambiental.
El análisis de esta asociación dedicada al estudio de las
aves ha permitido determinar que “el hecho de que disminuyan
las aves indica que sus entornos no son favorables o el ave
está cambiando o el hábitat”.
La excepción a la escasez de aves en esta migración ocurrió
a mediados del pasado mes de marzo, en el que cruzaron en un
solo día 13.000 milanos negros.
El ornitólogo ha explicado que “se suele pensar que los
periodos de migración de las aves son la primavera y el
otoño, lo cual no es cierto porque puede que la primavera
sea el punto álgido, pero las cigüeñas, por ejemplo, están
pasando desde enero y el tránsito es continuo”.
José Navarrete ha precisado que para ser uno de los meses
importantes hay menos migración de la que cabría esperar,
tendencia que se viene repitiendo desde hace unos tres años,
“porque a excepción de las aves marinas, a las que parece no
afectarles, en el resto de especies hemos notado un
considerable descenso en número”.
Las aves consideradas como emigrantes diurnas tienen en
Ceuta su paso obligado para poder acceder a la península, y
entre ellas se encuentran el jilguero, el verderol o el
verdecillo.
Estos pájaros son incapaces de atravesar por otras zonas,
debido a que sienten ‘miedo’ de enfrentarse a un viaje en el
que van a tener que volar sobre agua durante mucho tiempo.
El Estrecho de Gibraltar es un paso habitual de estas aves,
que, dependiendo del lugar desde el que sople el viento,
eligen una ruta u otra
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