No puedo quejarme ni mijita del
eco de mis columnas. Con la del domingo recibí varias
contestaciones, de las que selecciono la presente remitida
por Antonio Asensio, en nombre de la “Asociación Soriana de
Amigos del Pueblo Saharaui”. Por mi parte me remito a lo
expuesto, reconociendo que puede serle útil al lector un
contrapunto. ¿Mi posición…?. Descriptiva y analítica. Si en
su momento fue una gran injusticia la expulsión, “manu
militari” y con napal encima de todo un pueblo, hoy sería no
menos injusticia la teórica (e inviable) expulsión de la
población marroquí afincada en el antiguo Sáhara Occidental,
las “Provincias del Sur” para Rabat. ¿Empate técnico?.
Reproduzco a continuación buena parte del correo citado.
“Estimado José Luis: He leido atentamente su artículo
“Sociedad y geoestrategia en el Sáhara Occidental”. Me
parece que está muy equivocado en bastantes aspectos del
conflicto del Sáhara Occidental. Usted habla del riesgo de
islamización radical de la juventud saharaui en los
campamentos de refugiados derivado de la frustración por no
celebrarse el prometido referendum de autodeterminación por
parte de NN.UU. Me precio de conocer lo suficiente a los
saharauis para decirle que nunca el islamismo radical y
salafista prenderá en ellos a pesar del “cabreo” monumental
que tienen por no poder ejercer un derecho,el de la
autodeterminación,que les asiste al ser su patria,el Sáhara
Occidental,la última colonia de Africa y estar ocupada en su
mayor parte por Marruecos. También me asombra ese temor en
contraposición con el silencio ante el creciente auge de ese
islamismo radical en Marruecos ocasionado por la miseria y
el analfabetismo en el que está sumido el pueblo marroquí
debido a la corrupción de la monarquia marroquí y el Majzen.
Debido a ese rechazo al islamismo radical, fácilmente
constatable en una visita a los campamentos de refugiados,
el pueblo saharaui sufre la indiferencia y el abandono por
parte de muchos regímenes árabes que no entienden la
tolerancia y la igualdad de derechos de las mujeres
saharauis. Otra cosa muy diferente es que el Frente
Polisario esté frenando a la juventud saharaui que desea
mayoritariamente la vuelta a las armas para recuperar su
tierra usurpada. Al Frente Polisario se le ha acusado de
todo: tráfico de armas, de drogas, de órganos de niños para
vender en el mercado negro, de desvío de ayuda humanitaria,
de secuestro de niños para llevarlos a Cuba (curioso
viniendo de una organización “Islamista radical”) etc. Al
final, lo que he comprobado es que todo es propaganda
marroquí. Todo mentiras y medias verdades, como las que
cuenta este sociólogo marroquí, que sólo es una persona al
servicio de la política exterior francesa en el Norte de
África y de la Monarquía marroquí. Sus argumentos son
lamentables como cuando habla de los matrimonios mixtos
marroquies-saharauis, lo cual es parcialmente cierto en el
sur de Marruecos pero completamente falso en el Sáhara
ocupado por Marruecos, donde hay dos comunidades que no se
mezclan en absoluto como el agua y el aceite. José Luis, en
el momento en que la Monarquia marroquí consiguiera
apropiarse definitivamente del Sáhara Occidental, que no va
a ocurrir, iría por Ceuta, Melilla y los islotes como un
lobo porque esta gente es insaciable y siempre ha tenido
problemas con todos sus vecinos: Argelia,Mauritania y
España. El Régimen marroquí no puede ocultar su tendencia
expansionista y colonial que interpreta muchas veces de una
manera agresora como se vio en la “Guerra de las Arenas” con
Argelia o con la Marcha Verde contra España y el pueblo
saharaui. Y para terminar, no haga tanto caso de Arístegui y
Pujol. Al fin y al cabo el Régimen marroquí ha comprado
literalmente a mucha gente, algunos de ellos miembros del
Frente Polisario que ahora viven a todo lujo en Marruecos y
trabajan para el Régimen. Sáhara Libre ya.”
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